El presidente del Gobierno en funciones, José Luis Rodríguez Zapatero, se despidió ayer de Bruselas convencido de que en la zona del euro "se ha andado la mitad del camino" para salir de la crisis y calmar a los mercados, clave para la recuperación económica.

Zapatero se mostró satisfecho tras su último Consejo Europeo, una cumbre en la que coordinó la posición española con su sucesor en el cargo, Mariano Rajoy.

España no logró finalmente tener capacidad de bloquear el fondo de rescate que entrará en vigor en 2012, como tiene Alemania, Francia o Italia, petición que Rajoy había transmitido a Zapatero y que éste defendió en dos ocasiones ante los 27.

Zapatero asumió la decisión de la eurozona como lógica, ya que se traslada el mismo método de mayorías que se aplica en el FMI.

Zapatero explicó que Rajoy lo "ha entendido perfectamente" y remarcó que España nunca habría hecho uso de ese veto, ya que su objetivo es que el fondo de rescate se active cuando sea necesario para evitar contagios.

De hecho se congratuló de la agilidad que otorga a este mecanismo de "cortafuegos" y el prescindir de la necesidad de unanimidad para su puesta en funcionamiento.

"La luz, aunque sea lejos aún, se ve al final y el primer paso es la recuperación de la confianza en los inversores; si la presión y la tensión en los mercados sobre la deuda soberana sigue indefinidamente la recuperación económica será mucho más difícil", manifestó.

Durao Barroso elogió el "sentido de la responsabilidad" que Zapatero ha demostrado en los momentos "extremadamente críticos y difíciles" que le ha tocado vivir.

Barroso recibió de Zapatero la Gran Cruz de la Real y Distinguida Orden Española de Carlos III, la máxima condecoración civil que puede otorgar España.