Los seis partidos que negocian la formación de un Ejecutivo en Bélgica cerraron ayer el acuerdo final sobre el programa de gobierno, lo que se considera el cierre de la crisis política del país, un año y medio después de las elecciones de junio de 2010.

Poco después de las 20:00 GMT, los representantes de los seis partidos (socialistas, liberales y democristianos de las dos grandes comunidades del país, flamencos y francófonos) acordaron los últimos flecos del pacto.

El próximo primer ministro será el líder socialista francófono, Elio Di Rupo, lo que supone que un francófono será el jefe del Gobierno belga por primera vez desde 1974.

Di Rupo, de 60 años e hijo de unos modestos inmigrantes italianos, abandonó anoche el edificio donde se desarrollaban las negociaciones sonriendo pero sin hacer declaraciones, según informaron los medios belgas.

Los seis partidos pasarán la jornada de hoy repasando el contenido del acuerdo, que totaliza unas 185 páginas, tras lo que se espera el visto bueno al acuerdo definitivo.

Aún queda por determinar el número de miembros del Gobierno, ya que los flamencos quieren poner fin a la tradición de que la comunidad lingüística del primer ministro no se considera a la hora de formar un Ejecutivo paritario.

Los partidos flamencos, cuya comunidad es mayoritaria, ya dijeron que no verían con buenos ojos que hubiera más ministros de la minoría francófona que de la mayoría flamenca en el Gobierno.