El embajador alemán ante la ONU, Peter Wittig, insistió hoy en que el Consejo de Seguridad del organismo internacional debería imponer sanciones contra el régimen del presidente sirio, Bachar al Asad, sobre todo después de que la Liga Árabe aprobara medidas económicas contra Damasco.

"Creo que el Consejo de Seguridad no puede permanecer impasible después de que la Liga Árabe haya hablado tan contundentemente", dijo ante la prensa el diplomático alemán, quien subrayó que el máximo órgano de decisión de la ONU debería "hacer suya la decisión (de la Liga Árabe), apoyarla y aplicarla".

Wittig, que junto a sus colegas europeos en el consejo lleva meses tratando de que se apruebe una resolución contra Damasco a causa de la represión ejercida sobre la población civil, señaló que la decisión de la Liga Árabe de aplicar sanciones contra Siria fue "realmente importante si no histórica".

"Se trata de una reacción a la brutal represión (que vive Siria) y el mensaje es muy claro: si Al Asad no responde a esta llamada, habrá sanciones contundentes", añadió el diplomático germano, que indicó que el Consejo de Seguridad debe analizar próximamente la situación en Siria, aunque por el momento no hay fechas concretas.

Fuentes diplomáticas consultadas indicaron que, después del frustrado intento de condenar a Damasco en el seno del Consejo de Seguridad el pasado octubre y tras las sanciones de la Liga Árabe, "algo se está moviendo en el consejo", por lo que no se descarta un nuevo intento por parte de los países europeos y de Estados Unidos para condenar a Al Asad.

Además, la ONU denunció hoy que el Gobierno sirio es responsable de crímenes contra la humanidad, según muestran los resultados de una comisión investigadora del organismo, que ofrecen escalofriantes detalles de cómo el régimen se ha ensañado con una población civil en general indefensa por atreverse a reivindicar sus derechos.

Las fuerzas de seguridad sirias no han diferenciado entre niños y adultos, que han sido detenidos, torturados y asesinados durante los ocho meses que llevan las protestas populares contra el régimen de Bachar Al Asad y su cúpula en el poder, según los datos recopilados por Naciones Unidas.

"El mundo puede ver ahora claramente qué líneas el régimen de Al Asad está dispuesto a cruzar para mantenerse aferrado al poder", indicó hoy la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Susan Rice, en un comunicado distribuido tras divulgarse el informe del organismo internacional.

Rice, que mostró su respaldo a las sanciones impuestas por la Liga Árabe, aplaudió el trabajo de la comisión, destacó "el coraje" de los sirios que participaron "con grandes riesgos" en el informe y que han ayudado a "arrojar luz sobre el desafío más urgente al que se enfrenta hoy la paz y la dignidad humana".

En los meses que dura la represión en Siria, el Consejo de Seguridad ha sido incapaz de aprobar una resolución de condena a Damasco, debido a la oposición de Rusia y China, quienes ejercieron en octubre su derecho a veto en ese órgano para oponerse a un texto presentado por Francia, Reino Unido, Alemania y Portugal y que contó con el apoyo de Estados Unidos.

Al veto ruso y chino se sumaron además entonces las abstenciones de Brasil, India, Sudáfrica y Líbano, delegaciones que han mostrado repetidamente su reticencia a que el consejo condene al régimen de Al Asad mediante un texto con el rango y la vinculación de una resolución.

Amnistía Internacional aprovechó este lunes la presentación del informe de la ONU para reclamar al Consejo de Seguridad que actúe "con decisión y rapidez" e imponga un embargo de armas a Siria, además de que ordene la congelación de los bienes de Al Asad y sus altos funcionarios, según indica la organización en un comunicado.

"Una falta de acción continuada en el Consejo de Seguridad permitirá que los ataques contra los derechos humanos en Siria continúen con impunidad en el presente y el futuro", añade la organización, que además solicita al consejo que refiera la situación en el país árabe a la Corte Penal Internacional (CPI).