El nuevo primer ministro italiano, Mario Monti, presidió ayer su segundo Consejo de Ministros, tras pasar todo el fin de semana trabajando entre la sede de la Presidencia del Ejecutivo y el Ministerio de Economía, del que también es titular.

En su primera reunión operativa, el Ejecutivo de Monti aprobó su primer decreto ley, sobre la capitalidad de Roma, una norma que tenía en su agenda el anterior Gobierno y que había bloqueado el federalista partido Liga Norte.

La norma, que prevé la transferencia de algunas competencias del Estado al Ayuntamiento de Roma, fue aprobada en primera lectura y ahora deberá pasar por el Parlamento para que el Ejecutivo, en un plazo de 90 días, la apruebe en segunda lectura.

Sobre la mesa del Gobierno estaba también un primer análisis de las medidas que cada ministro considera que son necesarias para su departamento y que Monti ilustrará en las próximas reuniones con las autoridades comunitarias.