La Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, aplaudió ayer la captura de Saif al Islam Gadafi y del exjefe de los servicios de inteligencia de Libia, Abdulá al Senusi, y recordó que ambos deben tener condiciones de detención humanas y ser juzgados de manera justa.

Pillay apuntó que recibe con beneplácito la promesa del primer ministro libio de que Al Islam será tratado "humanamente y juzgado de manera justa en concordancia con los estándares internacionales". A su vez, subrayó que corresponde al pueblo libio buscar reparación a las violaciones generalizadas de los derechos humanos que sufrió durante las cuatro décadas de dictadura de Gadafi, incluidas las cometidas durante el conflicto que llevó a su caída.

No obstante, insistió que mientras eso ocurre son las autoridades transitorias las que deben cumplir con su compromiso público de asegurar que los detenidos recibirán un trato adecuado.

Mientras, el ministro británico de Exteriores, William Hague, incidió en que el hijo de Gadafi debe ser juzgado en virtud del derecho internacional, incluso si el proceso tiene lugar en Libia.

Por su parte, el Ministerio francés de Asuntos Exteriores solicitó ayer que el cuñado del líder libio y "número uno" de los servicios secretos, Abdalá Senusi, rinda cuentas por los crímenes cometidos y en particular por el atentado contra un avión de la compañía UTA en 1989. Entre tanto, el Comité Internacional de la Cruz Roja espera tener acceso "en un breve periodo de tiempo" a Saif el Islam.