El Reino Unido anunció ayer nuevas sanciones contra Irán en represalia por su programa nuclear, que implican desde ayer mismo la suspensión de los vínculos financieros y comerciales de las entidades británicas con los bancos iraníes, incluido el Banco Central de Irán.

Mientras, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, propuso a Alemania, Reino Unido, EEUU, Japón, Canadá y a la Comisión Europea adoptar "nuevas sanciones de una amplitud sin precedentes" contra Teherán.

Por su parte, el Ejecutivo iraní aseveró que "las sanciones perjudican tanto al sancionado como a quien las impone".