La Comisión Europea recibió ayer oficialmente la solicitud de ayuda del Gobierno húngaro y estudiará la petición, según informó el portavoz comunitario para Asuntos Económicos y Monetarios, Amadeu Altafaj.

De acuerdo con la Comisión Europea, las autoridades húngaras aseguraron que cualquier préstamo que reciba por parte de la Unión Europea (UE) será tratado como una ayuda preventiva.

"La Comisión Europea estudiará la solicitud en estrecha colaboración con los Estados miembros de la UE y del Fondo Monetario Internacional (FMI)", afirmó Altafaj.

Mientras, ayer mismo regresó a Bruselas la misión que estuvo durante dos semanas en Budapest para supervisar las cuentas de Hungría, después de que recibiera en 2008 ayuda financiera, indicó.

Hungría se benefició de un mecanismo comunitario de ayuda financiera a medio plazo que permite la concesión de préstamos a uno o varios Estados miembros que experimenten dificultades o graves amenazas de dificultades en su balanza de pagos por cuenta corriente o en su balanza de capital.

Solamente los Estados miembros que no han adoptado el euro pueden beneficiarse de él.

El Ministerio de Economía de Hungría informó el pasado jueves de que la crisis de la eurozona dificulta la financiación de Hungría en los mercados y reconoció haber iniciado negociaciones para recibir ayuda económica por parte de la UE y del FMI.

Crédito "stand-by"

Se trata "de un acuerdo de nuevo tipo ya que no ese un préstamo, sino un seguro, con el que incrementamos la seguridad de las inversiones en Hungría", señaló el ministerio, que no especificó los detalles de este acuerdo, mientras la prensa económica local habla de un crédito "stand-by" (de disposición inmediata).

La medida del Gobierno fue necesaria para tranquilizar a los mercados, ya que las grandes agencias de calificación situaron la deuda húngara a largo plazo a solo un peldaño del "bono basura".

La deuda pública de Hungría, pese a los esfuerzos del Gobierno por reducirla, se sitúa actualmente en el 82% del PIB, debido a la caída del valor del forinto de los últimos meses.

Hungría, uno de los países más afectados por la crisis financiera y económica mundial, recibió en octubre de 2008, todavía bajo el anterior gabinete socialdemócrata, un crédito de unos 20.000 millones de euros del FMI y de la UE para evitar el colapso.

Por su parte, el FMI anunció ayer que estudiará la petición presentada por el Gobierno húngaro de una eventual asistencia financiera.

La solicitud representa un giro de 180 grados del Gobierno del primer ministro Viktor Orban, que en julio de 2010 interrumpió las conversaciones con el FMI por desacuerdos con la organización crediticia internacional sobre las medidas de recuperación económica.

En un comunicado, la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, confirmó la petición de Hungría, paralela a la asistencia preventiva a la Comisión Europea.

Las autoridades húngaras "han indicado que planifican tratar como preventivo cualquier apoyo del FMI y la CE que pueda estar a su disposición", apuntó Lagarde.

Un equipo del FMI, que se encuentra en Budapest, retornará a Washington para mantener "consultas con la dirección del FMI y la Junta Ejecutiva", añade la nota.

En Budapest, el ministro húngaro de Economía, György Matolcsy, había anunciado que su país "podría iniciar" en diciembre negociaciones con el FMI para obtener un "crédito preventivo".

A su vez, la agencia de calificación de riesgo Fitch señaló ayer en un informe que, si la crisis financiera se agrava, los bancos de la eurozona pueden verse forzados a rebajar el apoyo a sus filiales en los países del centro y este de Europa, provocando así un contagio hacia esta región.

Fitch entiende que, a pesar de que estos países han "escapado" de la crisis del euro, "un reverso en la financiación neta en la Europa emergente reduciría el crédito disponible y debilitaría el crecimiento del PIB en muchos países" de esta región.