Las manifestaciones convocadas ayer en más de sesenta puntos de Marruecos congregaron a varios miles de personas que pidieron el boicot a las elecciones legislativas del próximo viernes por considerarlas una "mascarada". Las marchas, organizadas por el Movimiento 20 de Febrero (en el que se dan la mano izquierdistas laicos y los islamistas mayoritarios de Justicia y Caridad) tenían una mayor relevancia por ser las últimas que tendrían lugar antes de los comicios.

La intensa lluvia caída en el centro del país antes y durante la manifestación no impidió que unas 2.000 personas, muchas más que en las últimas semanas, acudieran en Rabat a proclamar que "no cederemos y no votaremos. Para vosotros son elecciones; para nosotros, puro teatro", corearon los manifestantes.

"Se acabó la obediencia, ahora el boicot", repitieron durante las dos horas en que duró la marcha, que se desarrolló de modo pacífico y con una discreta presencia policial.

Del mismo modo transcurrió la manifestación de Casablanca, también bajo la lluvia y en calma, según dijeron participantes en la misma, que cifraron la asistencia en "varios miles".

La concentración mayor tuvo lugar en la ciudad de Tánger, donde según dijo a Efe un portavoz del 20 de febrero hubo "decenas de miles de personas" desfilando en perfecto orden, aunque estas cifras no pudieron ser contrastadas por otras fuentes. Fuentes de Justicia y Caridad aseguraron que la policía intervino con violencia para dispersar a los manifestantes únicamente en las ciudades orientales de Taurirt y Buarfa, lo que dejó a varias personas heridas en esta última ciudad, pero no supieron dar más precisiones.