El presidente de EEUU, Barack Obama, partió hoy de Australia, donde llevó a cabo una visita de día y medio, con destino a Indonesia, donde participará este fin de semana en Bali en la cumbre de Asia Oriental.

Durante su estancia en Indonesia, Obama tiene previsto también celebrar una serie de reuniones bilaterales con líderes como el primer ministro indio, Manmohan Singh, el presidente filipino, Benigno Aquino, o el presidente indonesio, Susilo Yudhoyono.

Con todos ellos abordará cuestiones relacionadas con la seguridad, el asunto que Obama quiere destacar durante la cumbre asiática.

En concreto, el presidente estadounidense quiere centrarse en la seguridad en el mar de China Meridional, por donde pasan 5,3 billones de dólares en mercancías cada año, 1,2 de ellos correspondientes al comercio bilateral estadounidense.

Seis países -China, Taiwán, Brunei, Vietnam, Filipinas y Malasia- mantienen disputas sobre la soberanía de las islas Spratly y Paracel, que se cree que albergan grandes reservas de petróleo.

Las peores disputas este año han enfrentado a China con Filipinas y Vietnam.

Durante su estancia en Australia, Obama anunció un acuerdo para el despliegue a partir de mediados del año próximo de 200 a 250 soldados, que permanecerán en la base de Darwin, en el norte del país, en rotaciones de seis meses.

Gradualmente, esa presencia militar aumentará a los 2.500 soldados, que desarrollarán maniobras conjuntas y se adiestrarán con militares australianos.

El presidente estadounidense, que hoy se dirigió a las tropas australianas desde Darwin, pronunció también en Camberra un discurso en el que aseguró que EEUU está en la región de Asia Pacífico "para quedarse".