Al menos 39 personas murieron ayer por disparos del Ejército y las fuerzas de seguridad leales al régimen de Damasco en distintas zonas de Siria, la mayoría en la provincia de Homs, según grupos opositores.

Los denominados Comités de Coordinación Local ofrecieron este nuevo balance de víctimas, uno de los más altos de las últimas semanas, y especificaron que seis de los fallecidos son menores de edad.

El colectivo detalló que en Homs, uno de los principales bastiones de la oposición y objeto de una fuerte represión por parte del régimen de Bachar al Asad, perecieron 16 personas.

Homs sufre un duro asedio de las tropas gubernamentales desde hace semanas, que se ha incrementado en los últimos días, lo que ha llevado a la oposición siria a pedir a la comunidad internacional que decrete la ciudad "zona de desastre" para enviar ayuda humanitaria urgente.

La otra zona principalmente afectada por la ofensiva de ayer fue la provincia septentrional de Idleb, donde, según los Comités, murieron diez personas y se produjeron intensos disparos en los alrededores de la localidad de Maarat al Numan.

En esa zona, el también opositor Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH) indicó que tiene información no confirmada de una posible emboscada de supuestos desertores a un convoy militar, que habría causado decenas de víctimas del Ejército, entre muertos y heridos.

El OSDH también informó de que al este de la ciudad de Deir el Zur murió un oficial y un soldado del ejercito sirio, mientras que otros cinco resultaron heridos en diversas confrontaciones con hombres armados que se cree son disidentes.

También se produjeron combates entre militares y supuestos desertores en la localidad de Harsata, en los alrededores de Damasco.