El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, se comprometió ayer a dimitir una vez que el Parlamento italiano apruebe las primeras reformas económicas presentadas ante sus socios de la Unión Europea (UE) en la cumbre de Bruselas del pasado 26 de octubre.

Durante una hora de reunión en Roma, Berlusconi acordó con el presidente de la República, Giorgio Napolitano, poner su cargo a disposición del jefe del Estado una vez que se aprueben los presupuestos de 2012, para los que su Gobierno ha elaborado una enmienda en la que se incluyen algunas de esas reformas.

Tras el encuentro, el primer ministro aseguró en declaraciones a varios medios que él ve como única salida posible la celebración de elecciones anticipadas (la legislatura concluye en 2013).

"Tenemos que preocuparnos de lo que sucede en los mercados financieros, que no creen que Italia sea capaz de aprobar las medidas que la UE nos ha pedido. Creo que esta es lo primero que nos tiene que preocupar. Tenemos que demostrar a los mercados que vamos en serio. Lo más importante es el bien del país", apuntó.

"Es necesario construir el país, es necesario dar una respuesta a Europa y a los mercados. Detrás de mí solo veo el voto", agregó el primer ministro, quien pidió que la oposición ayude a su Gobierno a aprobar las reformas exigidas por la UE lo antes posible.

El encuentro del jefe del Gobierno y del Estado se produjo después de que Berlusconi constatara en la Cámara Baja la pérdida de la mayoría absoluta, tras la rebelión de algunos de los diputados de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), quienes le habían exigido su dimisión para que un nuevo Ejecutivo consiguiera sacar adelante esas medidas económicas.

El primer ministro consiguió aprobar las cuentas del Estado de 2010 gracias a la "actitud responsable" de la oposición, pues en la votación los diputados que no participaron, 321, superaron en número a los que dieron la aprobación a Berlusconi (308).

Berlusconi expresó una "gran preocupación por la urgente necesidad de dar respuestas puntuales a las expectativas de los socios europeos con la aprobación de los presupuestos de 2012, oportunamente enmendados siguiendo la contribución más reciente con observaciones y propuestas de la Comisión Europea", reza una nota de la Presidencia de la República divulgada tras la reunión.

"Una vez cumplido ese trámite, el presidente del Gobierno pondrá su cargo a disposición del jefe del Estado, que procederá a las consultas habituales para formar un nuevo Gobierno dando máxima atención a las posiciones y propuestas de cada fuerza política, ya sea de la mayoría parlamentaria que salió de las elecciones de 2008 como de la oposición", prosigue.

La oposición, satisfecha

Está previsto que esa enmienda a los presupuestos sea presentada hoy mismo en la Comisión de Cuentas del Senado para que pueda ser votada en el pleno la semana que viene y la Cámara Baja dé el visto bueno definitivo a finales de este mes, antes, incluso, del que suele ser el plazo habitual a mediados de diciembre.

Fuentes de la principal formación de la oposición, el Partido Demócrata (PD), valoraron el anuncio de dimisión, pero indicaron que es necesario que se formalice lo antes posible.

Por su parte, el líder de la Unión de Democristianos y de Centro (UDC), Pier Ferdinando Casini, indicó que con esta decisión Berlusconi ha demostrado que "existe una vía de salida" a la actual situación de Italia, aunque precisó que la situación económica y financiera del país no aconseja que se lleve a cabo una "larga y extenuante" campaña electoral.

Mientras, la misión de la CE que supervisará los ajustes y las reformas estructurales que debe aplicar Italia partió ayer a Roma y comenzará a trabajar mañana con el Gobierno, porque la situación económica y financiera allí es "muy preocupante", señaló el comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn.