El Parlamento griego aprobó ayer las últimas medidas de austeridad que el Gobierno debe aplicar para recibir otro tramo de la ayuda internacional, durante una nueva jornada de huelga general en la que se registraron violentos enfrentamientos y un sindicalista murió de un paro cardíaco.

Entre las medidas, aprobadas con el apoyo de 154 diputados socialistas y el voto negativo de 144 opositores, destacan una tasa especial sobre bienes inmuebles, una reducción del nivel mínimo a partir del cual se debe pagar el impuesto sobre la ren-ta y un gravamen solidario a abonar en 2011 y 2012.

También se prevé el recorte de las pensiones de empleados públicos y la eliminación de casi todos los complementos que los funcionarios cobraban al margen de sus sueldos, además de que unos 30.000 trabajadores del Estado perderán su empleo el próximo año.

En esta segunda jornada de huelga general en Grecia se produjeron violentos enfrentamientos entre la Policía y manifestantes radicales, en los que un sindicalista falleció y al menos otras 40 personas resultaron heridas.

El país estuvo bloqueado por el quinto paro laboral del año, convocado por los sindicatos mayoritarios.