El Ejército turco hizo ayer una incursión en Irak con un elevado número de tropas, al tiempo que el Gobierno de Turquía exigía a las autoridades del país vecino que cooperen en la lucha contra el grupo armado Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).

Desde hacía varios meses se hablaba de una nueva operación militar turca transfronteriza contra las posiciones del PKK, que en los últimos meses ha acabado con la vida de un centenar de miembros de las fuerzas de seguridad y una veintena de civiles, pero la gota que colmó el vaso fue el ataque más letal en casi dos décadas, perpetrado el miércoles, y que se saldó con la muerte de 24 militares.

Según explicó el Estado Mayor de las Fuerzas Armadas en un comunicado, la operación se inició en cinco regiones a lo largo de la frontera con Irak y en la que participan 22 batallones especiales -con un total de más de 10.000 soldados- de acuerdo a los cálculos de los expertos.

"Con el objetivo de neutralizar a los miembros del PKK, se inició una operación dentro del país y al otro lado de la frontera -norte de Irak- en cinco regiones diferentes en la que participan un total de 22 batallones de las Fuerzas Especiales del Ejército y la Gendarmería, con amplio apoyo aéreo".

"Los miembros de las Fuerzas Armadas turcas seguirán cumpliendo con su deber del mismo modo que sus ancestros y bajo la mirada de nuestros amados mártires".