Libia despide de manera definitiva al que fuera su "líder". Muamar Gadafi murió ayer en su ciudad natal, Sirte, durante un ataque de las fuerzas rebeldes del Consejo Nacional de Transición (CNT). Sus hijos Mutassim y Saif al Islam también fueron abatidos.

La caída de Gadafi llegó con el desplome del último bastión de su régimen: Sirte, la ciudad en la que nació en 1942. Poco después de que los rebeldes izasen la nueva bandera en el centro de la urbe, Abdel Mayid, responsable militar del Gobierno provisional, informó de que los suyos habían capturado al "líder" y que éste estaba herido en las piernas y en la cabeza.

Según su relato, Gadafi intentaba huir en un convoy que había sido alcanzado por la aviación de la OTAN, en concreto, de Francia, cuando los rebeldes iniciaron un intenso tiroteo. Varios combatientes del CNT respaldaron los hechos y Mohamed El Bibi, un miliciano del Consejo, aseguró que, en el momento de la captura, Gadafi estaba escondido en un agujero, gritando: "No disparen, no disparen".

La cadena Al Arabiya difundió unas imágenes del escondite. Otro testigo de la captura explicó que el exlíder se ocultaba junto a sus guardaespaldas y su jefe de seguridad, Abu Bakr Yunos Jabar. La operación se produjo en torno a las 12.30. Unas horas después, Abdul Hafiz Ghoga, vicepresidente del CNT, proclamaba el fallecimiento del coronel: "Anunciamos al mundo que Muamar Gadafi ha muerto a manos de los revolucionarios". La televisión qatarí Al Yazira respaldó la información con unas imágenes exclusivas que enfocaban el cuerpo del libio, inerte y ensangrentado, yaciendo en el suelo.

Sin demonios

Una multitud se concentró en la plaza de los Mártires de Trípoli, para celebrar la noticia, informó la BBC. Mientras, un imán de una mezquita de la capital libia pedía a los fieles "que recen y den gracias a Dios" por la caída del represor, informó el Movimiento 17 de febrero a través de Twitter. El resto de los ministros del Ejecutivo provisional iba confirmando la noticia del fallecimiento.

Mohamed Abdel Kafi, responsable del CNT en Misrata, fue más allá y dio informaciones del cuerpo: "El cadáver de Gadafi se encuentra en poder de nuestra unidad, en un automóvil, y lo estamos trasladando a un lugar secreto por motivos de seguridad", declaró. No obstante, Al Yazira aclaró después que el cadáver estaba instalado en una mezquita de Misrata.

Mahmud Jibril, primer ministro del CNT, ratificó las informaciones: "Confirmamos que todos los demonios, además de Gadafi, se han desvanecido de este querido país. Creo que los libios deben darse cuenta de que es el momento de iniciar una nueva Libia, una Libia unida, un pueblo, un futuro". Entre los demás "demonios" se encontraba Mutassim Gadafi.

El hijo del mandatario fue arrestado junto a su padre, "con vida" pero herido en Sirte, dijo Mahmud Shammam, responsable de Informaciones. Poco después, murió, según Abdel Majid: "Mutassim fue abatido por los combatientes. Estaba intentando defenderse y se resistió". Más tarde, Al Arabiya informó de que otro de los vástagos de Gadafi, Saif al Islam Gadafi, también había sido abatido.

el coronel

Una represión de 42 años

Con el fallecimiento de Gadafi llega el fin definitivo a 42 años de una represión que comenzó como "liberación". El coronel dio un golpe de Estado contra el rey Idriss, principalmente, contra su política exterior. Libia había logrado la independencia, pero un sector de la población guardaba rencor a Occidente después de muchos años de colonialismo.

Una vez en el poder, el militar se proclamó "líder" y "guía de la revolución". Se consideraba por encima de los regímenes políticos, por lo que nunca ocupó cargo alguno, aunque, en la práctica, ejecutó un régimen totalitario y represivo, basado en su "Tercera Teoría Universal", una extraña mezcla entre comunismo y capitalismo que plasmó en su "Libro Verde", en los años 70.

Su carisma le granjeó el apoyo de muchos ciudadanos, al menos, al principio de su mandato. Su disposición a enfrentarse a las potencias occidentales y a Israel le hicieron ganar prestigio entre otros países árabes. En cambio, la mayoría de los occidentales le acusaban de tener vínculos con otros grupos terroristas y con movimientos revolucionarios.