Aisha, la hija Muamar al Gadafi, refugiada en Argelia desde finales de agosto pasado, intentó hablar con su padre con un teléfono por satélite y el rebelde que contestó le dijo que su padre había muerto, indicaron dirigentes de la insurrección.

Aisha contactó inmediatamente después con miembros del consejo militar de Misrata para conocer qué iban a hacer con el cadáver de su padre, pero éstos se negaron a facilitarle detalles, según las mismas fuentes.