Estados Unidos y el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, insistieron hoy en la necesidad de que los miembros europeos de la Alianza se hagan con más capacidades militares clave después de las lagunas que han quedado expuestas en la misión en Libia.

Al término de la reunión de los ministros de Defensa de la Alianza Atlántica, tanto Rasmussen como el jefe del Pentágono, Leon Panetta, insistieron en el mensaje con el que habían llegado a la cita de Bruselas.

"Mientras que esta campaña (Libia) ha logrado sus objetivos y demostrado la efectividad de la OTAN, hemos salido de esta experiencia determinados a construir sobre estos éxitos y a afrontar las deficiencias en capacidades militares que quedaron expuestas", indicó Panetta en una rueda de prensa.

El mensaje apunta directamente a los países europeos, que aunque lideraron la misión, necesitaron de apoyo estratégico clave por parte estadounidense en ámbitos como la inteligencia, la vigilancia del territorio libio o el repostado en vuelo de aviones.

El discurso de Panetta, que ayer ya advirtió a los europeos de que dadas sus limitaciones presupuestarias EEUU ya no va a estar ahí para cubrir sus "lagunas", ha sido abrazado por el máximo dirigente de la Alianza.

Rasmussen subrayó hoy que "haría falta" que más aliados se dotasen de esas "capacidades críticas" de las que dispone Estados Unidos si la OTAN quiere poder hacer frente "a los desafíos del mañana".

El político danés aprovechó para defender su idea de la "defensa inteligente", con el que trata de impulsar proyectos de cooperación entre los socios de la Alianza que permitan aumentar las capacidades militares sin incurrir en un gran gasto.

Sin embargo, varios países son reticentes, entre ellos el Reino Unido y especialmente Francia, según fuentes diplomáticas.

París considera, por ejemplo, que ya ha hecho grandes esfuerzos para reforzar a sus fuerzas armadas y no parece dispuesto a gastar más dinero en estos nuevos proyectos que ayer y hoy fueron discutidos por los ministros.

Entre las iniciativas propuestas por un grupo de expertos de la OTAN figuran varias en el ámbito de la vigilancia y el reconocimiento, el apoyo médico, la protección de fuerzas o el mantenimiento de unidades esenciales en operaciones como los helicópteros.

La intención de Rasmussen es que en los próximos meses los países se pongan de acuerdo y en la cumbre que la Alianza celebrará en mayo en Chicago (EEUU) se cierren actuaciones concretas.

"La Alianza necesita identificar, proteger y reforzar esas capacidades clave para mantener sus misiones en los próximos diez años", indicó Panetta, que puso como ejemplo de cooperación el acuerdo entre su país y España para que cuatro buques estadounidenses se desplieguen en la base de Rota (Cádiz) como parte del sistema antimisiles de la organización.

Aunque hoy decidió sacar ya conclusiones de su operación en Libia, la OTAN sigue sin decretar el fin de los bombardeos, que sólo llegará cuando se cumplan una serie de condiciones acordadas hoy.

Éstas pasan por lo que ocurra en la localidad de Sirte -principal bastión gadafista-, la disposición de las fuerzas del exlíder libio para atacar a los civiles, el hecho de que el propio Muamar el Gadafi mantenga control sobre los combatientes y la capacidad de las nuevas autoridades.

En cualquier caso, todos los mandatarios dan por hecho que la misión terminará "pronto" y se mostraron dispuestos a apoyar en el futuro a las nuevas autoridades del país si así lo solicitan, aunque siempre con un papel secundario.

Los ministros de Defensa aliados también aprovecharon su encuentro para reafirmar su compromiso con Afganistán más allá de 2014, fecha en la que se completará el proceso de transición iniciado este año y que debe permitir la salida de la mayor parte de las tropas internacionales.

"La transición no es una salida. No nos iremos cuando los afganos tomen el liderazgo", garantizó Rasmussen, que aseguró que al menos la OTAN mantendrá entonces una misión de entrenamiento de fuerzas afganas y un apoyo militar que dependerá de la situación de seguridad que se dé en ese momento.

Los detalles de ese compromiso a largo plazo son otro de los puntos que estarán pendientes de resolver en la cumbre de Chicago.