Las fuerzas armadas rebeldes lograron ayer avances significativos en su lucha por el control de Sirte, ciudad natal del huido líder libio Muamar el Gadafi, que volvió a instar a sus seguidores a seguir la lucha "hasta la muerte".

Por primera vez desde el comienzo de las revueltas populares y la posterior rebelión armada, los milicianos lograron llegar hasta el corazón de esta ciudad, situada a 450 kilómetros al este Trípoli y uno de los dos últimos reductos de las brigadas gadafistas, junto a Bani Walid, a 150 kilómetros al sureste de la capital.

Un portavoz del Consejo Nacional de Transición libio (CNT), Shams Eddine, afirmó que los combatientes habían logrado entre la noche del lunes y la madrugada de ayer controlar el puerto, la Universidad Ettahadi y también la isla de Dhoran, que conecta las zonas este y oeste de la localidad.

"No hay duda alguna de que Sirte será liberada como muy tarde en las próximas 48 horas", aseguró Eddine.

Los combates han sido intensos, según el responsable, que calificó los puntos conquistados de "estratégicos".

Esta nueva ofensiva para hacerse con el control de la ciudad, y que comenzó dos días después de una serie de ataques aéreos lanzados por aviones de la OTAN, arrancó desde el frente occidental.

"Los hermanos de Misrata se han convertido en expertos en los combates en las calles y su experiencia nos ha permitido tomar el control de zonas importantes de Sirte", dijo en relación a los combatientes de esta ciudad situada al oeste de Sirte y que conforman el grueso de las fuerzas de dicho frente.