Al menos 13 opositores yemeníes perdieron la vida hoy y más de 40 resultaron heridos en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad en Saná, informó la tribu del jefe Sadeq al Ahmar, en un comunicado.

La nueva jornada de violencia coincidió este viernes con el inesperado regreso a la capital del presidente Alí Abdalá Saleh tras más de tres meses de convalecencia en Arabia Saudí, país al que fue trasladado el pasado junio tras sufrir graves heridas en un atentado contra el palacio presidencial.

De ese atentado, el régimen yemení acusó a los partidarios de Al Ahmar, con quienes las tropas gubernamentales libraron cruentos enfrentamientos el pasado mes de mayo que causaron decenas de víctimas.

Los combates de hoy tuvieron lugar de nuevo en el barrio de Al Hasaba, zona de residencia de Al Ahmar, donde la violencia se repite desde el jueves y donde esta mañana se escuchaban con claridad los disparos y explosiones.

La capital yemení es testigo desde el pasado domingo de un repunte de la violencia que ha supuesto la muerte de más de un centenar de muertos, la mayoría en choques entre la Guardia Republicana y los militares desertores comandados por el general Alí Mohsen al Ahmar.

Nada más regresar al país, el presidente yemení pidió este viernes a las distintas fuerzas políticas en conflicto que cesen la violencia para facilitar así la posibilidad de llegar a un acuerdo dialogado.

En una nota difundida por la agencia de noticias Saba, el mandatario instó a las fuerzas políticas y militares a llegar a una tregua y frenar el derramamiento de sangre.

Desde el pasado 27 de enero, Yemen vive una revuelta popular con masivas protestas para pedir la marcha de Saleh, que fue primero presidente de Yemen del Norte en 1978 y pasó a ocupar la Presidencia de la República de Yemen tras la unificación entre el norte y el sur en 1990.