La Casa Blanca exigió hoy al presidente yemení, Ali Abdulá Saleh, que firme el acuerdo patrocinado por el Consejo de Cooperación del Golfo (CCG) y abandone el poder.

En declaraciones a la prensa, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, condenó el uso de la violencia en Yemen y lanzó un llamamiento a Saleh para que abandone el poder y permita que el país árabe "pase página".

"A la luz de la actual inestabilidad en Yemen, instamos al presidente Saleh a comenzar una completa transferencia del poder y a organizar elecciones presidenciales antes de final de año, dentro del marco de la iniciativa del CCG", declaró Carney.

El portavoz habló después de que Saleh regresara a Yemen tras tres meses de ausencia por haber estado recuperándose en Arabia Saudí de las heridas sufridas en un atentado en su palacio el 3 de junio.

El presidente llegó a Saná en medio de combates entre las tropas pro gubernamentales y los partidarios del líder tribal Sadeq Abdalá al Ahmar, que en los últimos días han dejado una veintena de muertos.

Desde el pasado mes de enero, Yemen vive una revuelta popular para reclamar reformas y la marcha de Saleh.

En sus declaraciones, el portavoz de la Casa Blanca indicó que EEUU condena el uso de la violencia y llama a todas las partes a evitar la escalada de las hostilidades.

"Una solución política es la mejor manera de evitar un derramamiento de sangre. Rechazamos cualquier medida que pueda socavar los esfuerzos productivos que se desarrollan para lograr una resolución política pacífica a la crisis actual", agregó Carney.

EEUU mantiene su apoyo "a las aspiraciones del pueblo yemení para una transición pacífica y ordenada que responda a sus deseos de paz, prosperidad y seguridad".

En una nota difundida por la agencia de noticias Saba a las pocas horas de su inesperado regreso hoy a Saná, Saleh instó a las fuerzas políticas y militares a frenar el derramamiento de sangre, en alusión a los cruentos enfrentamientos habidos durante los cinco últimos días.