El consejo de ministros alemán aprobó ayer la reforma del fondo de rescate europeo (EFSF) acordada el 21 de julio en la cumbre de líderes de la UE, que dota a este órgano de más recursos para frenar la crisis de la deuda.

En su reunión semanal, los ministros del Gobierno de centro-derecha germano sancionaron el proyecto de ley que refuerza este mecanismo y que pasará ahora al Parlamento federal, como obliga la Constitución, para su estudio, reforma y ratificación, lo que prolongará el proceso hasta finales de septiembre.

El documento aprobado por el gabinete de la canciller federal, Angela Merkel, autorizó el aumento del volumen disponible para préstamos que puede conceder el EFSF a los países con dificultades financieras y permitió al organismo adquirir bonos soberanos.

Así, el fondo de rescate contará con 440.000 millones de euros a su disposición y los estados de la eurozona deberán aportar en garantías 780.000 millones de euros, de los que 211.000 millones provendrían de Alemania.

El objetivo de esta reforma es favorecer la estabilidad de los países con problemas crediticios como Grecia, Portugal e Irlanda y de sus respectivos sectores financieros, así como la del conjunto de la eurozona.