Los dos presos estadounidenses, Josh Fattal y Shane Bauer, de 28 y 32 años, respectivamente, acusados de espionaje por las autoridades de Teherán, han sido condenados a ocho años de prisión por el Tribunal Islámico iraní, según anunció ayer la televisión estatal.

La sentencia señala que cinco años de la condena son por espiar para el servicio de inteligencia estadounidense y los otros tres por entrada ilegal en el país. Los estadounidenses, junto con otro compañero, fueron detenidos en 2009 cuando, según dijeron, hacían senderismo en el Kurdistán iraquí.