Horas después de recibir la condena del Consejo de Seguridad de la ONU, el presidente sirio, Bachar Al Asad, emitió ayer un decreto que permite el multipartidismo en el país, aunque prosigue al mismo tiempo con la campaña de represión.

Con esta nueva ley, los sirios tendrán derecho a formar partidos políticos con el fin de activar la vida política y la participación ciudadana, una de las primeras reivindicaciones de los manifestantes antes de pasar a pedir la caída del régimen.

El anuncio del proyecto, sin embargo, coincide con un recrudecimiento de la ofensiva militar contra los opositores en todo el país y, sobre todo, en la ciudad de Hama, donde el miércoles fallecieron al menos 30 personas a causa de los bombardeos.

El portavoz oficial del grupo opositor Comités Locales de Coordinación, Omar Edelbeh, explicó que el Ejército sirio ataca con "artillería pesada y armamento antiaéreo barrios residenciales de Hama de forma indiscriminada".

"Los barrios de Hama están aislados unos de otros por las barreras y puestos de control establecidos por las fuerzas de seguridad. Existe un toque de queda no oficial debido a los bombardeos", denunció Edelbeh en una conversación telefónica desde Beirut, donde se encuentra refugiado.

Hama -que ya fue masacrada por el Ejército en 1982 para reprimir un levantamiento islamista en una operación que se saldó con entre 10.000 y 40.000 muertos- es el objetivo principal de esta nueva oleada represora lanzada la víspera del inicio del mes sagrado musulmán de ramadán.

El activista de los Comités Malaz Amran aseguró que la situación es crítica en la ciudad, ya que el agua, la electricidad y las comunicaciones han sido cortadas.

Además, hay escasez de comida y medicamentos y los hospitales acogen a decenas de heridos, pero en los tejados de estos centros médicos se han apostado francotiradores, según Amran.

El aumento de la represión animó a un número indeterminado de soldados a desertar de las filas del Ejército y desde su escondite en algunos barrios de Hama luchan contra las tropas fieles al régimen.

"Muchos soldados han desertado y los que son capturados por las fuerzas de seguridad son ejecutados en el acto, y después los medios de información del régimen aseguran que fueron asesinados por grupos criminales armados", se lamentó Amran.

Y en medio de estos ataques, Asad decidió ayer abrir sus país oficialmente al multipartidismo, en una nueva estrategia para acallar algunas voces disidentes.

Al Asad emitió los decretos legislativos 100, referido a la Ley de Partidos, y 101, sobre la Ley de Elecciones Generales, según un comunicado difundido por la agencia oficial siria Sana.

Los partidos deben basarse "en la democracia y en los medios pacíficos, y respetar la Constitución, los derechos y las libertades públicas".

El texto oficial indica que está prohibido que un partido tenga bases religiosas, sectarias o tribales, o discrimine por diferencias de raza o sexo.