La agencia de calificación de riesgo Fitch informó ayer de que asignará la calificación de "impago restringido" a los bonos del Gobierno griego tras el acuerdo de ayuda a Grecia en el que el sector privado cargará con parte del paquete de rescate.

En la cumbre europea del jueves, los líderes de la zona del euro acordaron en Bruselas un segundo rescate a Grecia valorado en casi 160.000 millones de euros, de los que casi un tercio será aportado por los bancos.

Así, Fitch señaló ayer que decidió situar la calificación de impago por la implicación de las instituciones bancarias privadas, pero puntualiza que esa medición puede ser levantada una vez que Grecia emita nuevos bonos a los bancos.

Los nuevos bonos que sean emitidos serán garantizados por los Gobiernos de la eurozona.

"Fitch considera que la participación del sector privado en un nuevo programa financiero de apoyo a Grecia constituye una situación de Impago Restringido. No obstante, la reducción de los tipos de interés y la extensión de los vencimientos pueden ofrecer a Grecia una oportunidad para volver a tener solvencia, a pesar de los tremendos desafíos que afronta", señaló ayer el director de deuda soberana de Fitch, David Riley.

La agencia cree que la propuesta de canje de deuda supone "una pérdida neta del 20% para los bancos y otros inversores en deuda griega", al tiempo que esgrime que los nuevos bonos que serán cambiados por los actuales son "peores" para los inversores (por su rentabilidad y plazos de vencimientos más largos).

Como ya advirtió la agencia en junio, Fitch situará a Grecia en "impago restrictivo" y rebajará la calidad crediticia de sus bonos al nivel de "impago" en la fecha en que termina el periodo para canjear los bonos griegos.

La agencia de medición de riesgo agrega que no se descarta que haya más situaciones de volatilidad en los mercados, mientras que pueden continuar las presiones a la baja de la calificación de la deuda soberana hasta que haya una recuperación económica.

En ese sentido, Fitch dice que esta volatilidad continuará hasta que haya también un progreso en la reducción del déficit público y reformas estructurales que permitan un crecimiento a largo plazo.

No obstante, la agencia considera que el acuerdo alcanzado supone un paso adelante "importante y positivo".

Una respuesta unificadora a la crisis griega alivia las presiones sobre el crédito soberano y las calificaciones para toda esa zona.

"Los compromisos hechos por los líderes de la eurozona en la cumbre representa un paso adelante importante y positivo para asegurar la estabilidad financiera en la zona del euro", puntualizó.