Pese a que su celebración estuvo en duda hasta el último minuto, unos 500 jordanos se manifestaron ayer en Amán para pedir la renuncia del primer ministro, Maruf Bajit, y que se juzgue a los policías que dispersaron con brutalidad el viernes una protesta a favor de las reformas. El acto de ayer estuvo rodeado por medidas extraordinarias de seguridad, y supuso la continuación de la manifestación convocada el viernes por la coalición de movimientos juveniles 15 de Julio.

Según el comité de coordinación de este grupo, al menos 20 personas, entre ellas 10 periodistas, resultaron heridas en la carga con porras y palos de la Policía.

Los manifestantes corearon eslóganes como "el pueblo quiere juzgar a Bajit", "el pueblo quiere un gobierno parlamentario" o "quienes agreden a los manifestantes deben ser castigados". "Estamos aquí como parte de la movilización popular para poner más presión al gobierno y que este adopte reformas reales", dijo Fajer Daas, miembro del izquierdista Partido de la Unidad Popular.

"También nos manifestamos para protestar contra las medidas represivas aplicadas hasta el momento contra los activistas pro democracia, como sucedió en los ataques de ayer en la plaza Najil".

El sindicalista Badi Rafayaa acusó al Ejecutivo de "no ser serio" en su compromiso de adoptar reformas.