El presidente de Portugal, Aníbal Cavaco Silva, defendió ayer la conveniencia de que el valor del euro baje en relación al dólar para que la UE pueda ganar competitividad y salir así con más facilidad de la actual crisis económica.

"Me gustaría que el euro fuese más débil para que los países europeos fuesen más competitivos", aseguró en declaraciones a los periodistas el jefe del Estado luso tras realizar una visita a la localidad de Caminha, al norte del país.

Cavaco se mostró favorable a que la divisa estadounidense "se revalorice un poco más" y consideró "irónico" que se ponga en cuestión el futuro de la zona euro cuando ésta "es la moneda más fuerte de todo el mundo".

El líder conservador, reelegido en enero para otro mandato de cinco años, recordó que cuando nació el euro éste valía en torno a 1,16 dólares, que llegó a bajar hasta 82 centavos de dólar y que actualmente cotiza por encima de 1,40.

Una devaluación del euro facilitaría, según Cavaco, que la industria y el comercio europeo resurgieran, ya que el precio de sus productos sería más asequible para compradores de terceros países de lo que lo son en estos momentos.

"Esto demuestra que no siempre se entiende la solidez de este proyecto -en referencia al euro- cuando se habla de que se puede desmoronar de un día para otro", ya que los inversores "siguen comprando" el euro, insistió.

El presidente luso, economista de formación y líder histórico del Partido Social Demócrata -ahora en el Gobierno-, planteó durante las últimas semanas diversas ideas para que su país salga de la crisis, entre ellas el fomento del consumo de productos agrícolas nacionales para reducir el déficit comercial.

Después de los últimos recortes de Moody''s a la economía lusa -el último de ellos el viernes, con la rebaja de la nota de siete entidades financieras-, Cavaco Silva se convirtió en el líder político luso que más duramente criticó el funcionamiento de las agencias de calificación de riesgo.

"La falta de transparencia de las agencias de notación norteamericanas son una amenaza a la estabilidad de la economía europea", advirtió el dirigente conservador hace una semana.

Analistas lusos destacaban ayer el cambio de opinión registrado por el presidente, quien hace sólo unos meses -con los socialistas todavía al frente del Ejecutivo- se mostró contrario a "recriminar" las decisiones de estas agencias y a "atacar al mercado".