La Comisión Europea (CE) presentó hoy una renovada Política de Vecindad, con más de 1.200 millones de euros adicionales hasta 2013, para estrechar lazos con los países del este de Europa y el norte de África y contribuir a su desarrollo y mejorar su democracia.

"Queremos apoyar a los pueblos que realmente quieren progresar", destacó hoy la jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Catherine Ashton, durante una rueda de prensa para presentar la iniciativa.

El comisario europeo de Ampliación y Política de Vecindad, Stefan Füle, destacó que esta nueva estrategia europea coincide con los últimos acontecimientos políticos y sociales en países del norte de África y Oriente Medio, y urgió a aprovechar el momento creado para "convertirlo en oportunidades".

Los 1.242 millones de euros adicionales que propone en total la CE se emplearán en proyectos económicos y sociales durante los próximos dos años y significarán un aumento del 22 % del presupuesto de la Política Europea de Vecindad, que para el periodo 2011-2013 ya contaba con 5.700 millones.

El Banco Europeo de Inversiones (BEI) y el Banco Europeo para la Cooperación y el Desarrollo (EBRD) participarán en el apoyo a estos países, especialmente en los proyectos para crear infraestructuras.

En el documento, Bruselas subraya que su apoyo será condicional y dependerá de los progresos de cada país a la hora de construir o consolidar su democracia y de su respeto al estado de derecho, y agrega que cuanto más avancen o más rápidas sean las reformas internas más apoyo están dispuestos a dar.

Ese respaldo consistirá en aumentar los fondos asignados para programas sociales y económicos, proyectos para el establecimiento de las instituciones, mayor acceso al mercado comercial comunitario, más financiación del BEI para apoyar inversiones o mayor facilidad para la movilidad.

Füle indicó además que estos compromisos serán adaptados a las necesidades de cada estado y a su contexto regional.

Aseguró que hay unos elementos comunes que estos países deberán tener en cuenta: la celebración de elecciones libres y justas, el derecho de asociación y expresión y de prensa, un estado de derecho administrado por un poder judicial independiente, la lucha contra la corrupción y la reforma de las fuerzas y cuerpos de seguridad.

El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, y el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, presentarán esta iniciativa a los líderes del G8, que se celebrará el jueves y viernes en Deauville (Francia), informaron hoy fuentes comunitarias.

"La Unión Europea llegará a Deauville con el fin de impulsar una nueva alianza del G8 con aquellos socios del sur del Mediterráneo que hayan elegido el camino de la libertad y la democracia", afirmo Barroso en un comunicado conjunto con Van Rompuy.

Barroso y Van Rompuy mantendrán en el marco del G8 una reunión bilateral con los líderes de Túnez y de Egipto.

La Política Europea de Vecindad beneficia a 16 países, algunos al este de la UE -Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Georgia, Moldavia y Ucrania-, otros en la ribera sur del Mediterráneo -Argelia, Egipto, Libia, Marruecos y Túnez-, y otros en Oriente Medio -Israel, Jordania, Líbano, los territorios palestinos y Siria-.

Por otra parte, Van Rompuy presentará a los líderes del G8 un informe sobre la situación económica en la eurozona.

Su principal mensaje será: "enfrentemos el desafío de la deuda pública de manera resoluta",afirmó.