Sólo hace dos días desde que se anunciara la muerte del terrorista más buscado del mundo, Osama bin Laden, y las contradicciones se multiplican prácticamente con cada declaración que sale a la luz. Este miércoles, una de las hijas del líder de Al Qaeda ha asegurado a las autoridades paquistaníes que su padre fue capturado con vida y luego fue ejecutado delante de la familia por el comando estadounidense que asaltó la casa en la que vivían en Abbottabad. Para llegar hasta allí presuntos terroristas tuvieron que someterse a ''ahogamientos estimulados''. Lo dice el director de la CIA, Leon Panetta, quien ha reconocido que "claramente utilizaron estas intensas técnicas de interrogatorio". Mientras tanto, en Estados Unidos, Obama sube once puntos en las encuestas.

Al llegar a la residencia comprobaron que habían cuatro cadáveres y detuvieron a quienes quedaban vivos, dos mujeres y seis menores, de entre dos y doce años de edad, según informaciones de la cadena Al Arabiya, que cita fuentes de seguridad paquistaníes. Uno de ellos, una hija del fundador de Al Qaeda de dice años, ha explicado a los investigadores paquistaníes que las fuerzas de Estados Unidos capturaron a su padre con vida pero a continuación le dispararon delante del resto de los miembros de la familia.

En base a la información aportada por los detenidos, Bin Laden se encontraba en la planta baja de la vivienda y no estaba armado. Las fuentes citadas han señalado que "están recibiendo tratamiento en el hospital militar de Rawalpindi, a donde han sido trasladados en helicópteros". Las mujeres detenidas podrían ser la médica personal del terrorista y una de sus mujeres, quien "quedó inconsciente durante la operación".

Aunque no habla de tortura, el director de la CIA no ha dudado en confirmar que entre las técnicas utilizadas durante los interrogatorios, se encuentra el ''ahogamiento estimulado'' que consiste en simular la asfixia, para lo cual puede utilizarse agua, presionar la cabeza de la víctima con una bolsa de plástico o una mezcla de ambos.

En cualquier caso, Panetta advierte en declaraciones realizadas este martes a la televisión estadounidense NBC que "Al Qaeda sigue siendo una amenaza, van a seguir tratando de atacar nuestro país y creo que debemos seguir estando vigilantes y mantener el esfuerzo para derrotar definitivamente a estos tipos".

En un momento en el que la opinión pública norteamericana había abandonado la euforia y el apoyo mayoritario a su presidente después de tres años de gestión, la aprobación de Barack Obama ha subido once puntos tras la muerte de Bin Laden. El sondeo del diario ''New York Times'' y de la cadena CBS News'' se realizó entre el dos y el tres de mayo entre 532 adultos con un margen de error de cuatro puntos.

EL RIESGO COMO MOTIVO DE JUSTIFICACIÓN

Si Estados Unidos no informó en ningún momento a Pakistán sobre sus planes en territorio pakistaní fue por el riesgo que conllevaba la acción militar y porque el presidente norteamericano, Barack Obama, aclarara en su día a los paquistaníes que si se hacía con pruebas contundentes sobre el paradero de Bin Laden, las fuerzas estadounidenses le capturarían.

Así ha justificado el jefe de Inteligencia norteamericano la acción de cara al derecho internacional que no permite la violación de territorios por países ajenos. Como ya había comentado a otros medios, cabía la posibilidad de que las fuerzas paquistaníes fueran alertadas e intervinieran, algo para lo que no hubo tiempo.

"El comandante de la operación confiaba en poder entrar y salir entre 30 y 35 minutos (...) Completamos esta operación en 40 minutos y teníamos a todo el mundo de vuelta a su país", prosigue Panetta.

EL CADÁVER DE BIN LADEN NO VERÁ LA LUZ

Las especulaciones surgidas en los medios de comunicación tras la repentina liquidación de Bin Laden sobre la posibilidad de que se hiciera pública una imagen del fundador de Al Qaeda muerto han sido zanjadas por el jefe del Ejecutivo norteamericano, quien ha confirmado en una entrevista a la cadena de televisión CBS que el Gobierno finalmente no publicará ninguna foto.

Se equivocaba el director de la CIA cuando decía que las autoridades publicarían al menos una fotografía del fallecido, después de que grupos islamistas de Pakistán y Afganistán hayan puesto en duda la veracidad de la información proporcionada por Estados Unidos y de que Internet se haya convertido en vehículo de difusión de varias imágenes fraudulentas. El mandatario aparentemente no estaba convencido de hacer pública esta imagen, según fuentes consultadas por la cadena ABC.

Tanto la secretaria de Estado, Hillary Clinton, como el secretario de Defensa, Robert Gates temían que la publicación de la foto únicamente alimentase la venganza contra intereses norteamericanos, especialmente cuando el escepticismo en torno a la muerte de Bin Laden es reducido. El hecho de que una de las mujeres del líder de Al Qaeda que sobrevivió al operativo desarrollado en Abbottabad haya sido quien ha identificado el cadáver parece haber actuado como elemento disuasorio en este sentido.

MÚLTIPLES VERSIONES Y UN SÓLO MUERTO

Poco después de que las fuerzas estadounidenses se hubieran marchado en helicópteros llevándose consigo dos cuerpos, el de Bin Laden y probablemente el de uno de sus hijos, las fuerzas de seguridad paquistaníes entraron en acción en su propio territorio. "No se disparó una sola bala desde el recinto contra las fuerzas estadounidenses y sus helicópteros", ha asegurado un oficial en contra de lo que afirma Estados Unidos. Las fuerzas paquistaníes procedieron a un registro minucioso de la vivienda y no encontraron ni armas ni explosivos. Tampoco se ha encontrado ningún búnker.

Una de las mujeres detenidas ha indicado que "se trasladaron a la casa de Abbottabad hace cinco o seis meses" en contra de lo que este martes señaló un responsable estadounidense acerca de que se creía que el fundador de Al Qaeda llevaba cinco o seis años en este lugar. En cuanto a la mujer fallecida en la operación, se cree que era una de las mujeres del terrorista o un familiar cercano, dado que "hizo de escudo de Bin Laden".

La última de las informaciones acerca del operativo reveladas por Estados Unidos es que el líder de Al Qaeda llevaba 500 euros y dos números de teléfono móvil en el bolsillo en el momento en que fue abatido por un comando especial estadounidense. Para la Inteligencia norteamericana esto daría a entender que estaba preparado para huir en caso de un asalto inesperado.

LA OTAN AVALA A EEUU

Para el secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, ha asegurado que la muerte del fugitivo más buscado del mundo en una operación de las fuerzas especiales estadounidenses en Pakistán "está justificado" y ha prometido que los aliados continuarán su misión en Afganistán para impedir que este país "nunca más" se convierta en un santuario para terroristas.

"Hace falta", según ha reconocido Rasmussen, implicar "positivamente" al Gobierno paquistaní "para garantizar una solución a largo plazo al conflicto en Afganistán". Aunque ha reconocido comprender "bien" las preguntas sobre la falta de colaboración de Islamabad, teniendo en cuenta que Bin Laden se escondió en un complejo a sesenta kilómetros de la capital paquistaní.

Por ello, ha insistido en la necesidad de "estrechar los lazos" entre la OTAN y Pakistán y "reforzar" el combate contra el terrorismo y de que Islamabad "refuerce" la lucha contra el terrorismo en su país. La respuesta del primer ministro paquistaní ha sido tajante: "Hemos compartido información de Inteligencia con el resto del mundo, Estados Unidos incluido, así que si alguien encuentra algún fallo en el flanco paquistaní, ese error también es del mundo entero".