Amnistía Internacional (AI) instó hoy a Baréin a suspender la ejecución de cuatro manifestantes condenados a la pena capital por la muerte de dos policías en las protestas antigubernamentales del mes pasado.

"Las autoridades de Baréin tienen la responsabilidad de llevar ante la Justicia a quienes cometen crímenes violentos, pero al mismo tiempo deben proteger su derecho a un juicio justo, y bajo ninguna circunstancia recurrir a la pena capital", declaró Malcolm Smart, director de AI para Oriente Medio y el Norte de África.

"En este caso -subrayó Smart-, los acusados fueron juzgados por un tribunal militar especial, aunque se trata de civiles. Y los condenados no tienen derecho de apelación salvo ante otro tribunal militar especial, lo que hace temer por la justicia de todo ese proceso."

El tribunal militar condenó a Ali Abudullah Hassan al-Sankis, Wassim Hassan Matar, Saeed Abduljali Saeed y Adbulaziz Ibrahim Hussain a la máxima pena el pasado 28 de abril.

Otros tres acusados, Issa Abdullah Kadhim Ali, Sadeq Ali Mahdi y Hussein Jaafar Abdulkarim, fueron condenados a cadena perpetua por el mismo tribunal. Los siete han negado los cargos que pesaban contra ellos.

Las penas de muerte pueden ser apeladas ante el Tribunal Militar de Baréin, pero si falla la apelación, no se puede recurrir a los tribunales ordinarios del país, con lo cual los cuatro primeros condenados podrían ser ejecutados inmediatamente.

Los siete fueron acusados del asesinato premeditado de dos policías a los que atropellaron con un vehículo el 16 de marzo, un día después de que el monarca de Baréin declarase allí el estado de excepción y de que Arabia Saudí enviara a miles de militares para ayudar al Gobierno del país vecino a sofocar las protestas.

Según ha podido saber Amnistía Internacional, los siete fueron mantenidos incomunicados y sin posibilidad de ponerse en contacto con sus familias.

Las autoridades de Baréin cifran en cuatro el número de agentes de la Policía muertos en las protestas de marzo contra el Gobierno.

Desde que se impuso el estado de excepción, más de medio millón de personas han sido arrestadas y muchas de ellas estuvieron incomunicadas en lugares no revelados.

Al menos cuatro de los detenidos han muerto en circunstancias sospechosas desde finales de marzo.

Según un portavoz del Gobierno, más de 400 casos han sido remitidos a los tribunales militares.

Muchos de los detenidos fueron sacados de sus casas, con frecuencia en medio de la noche, por grupos de policías y otros miembros de las fuerzas de seguridad que iban enmascarados y desprovistos de órdenes de arresto.

El año pasado, dos ciudadanos de Bangladesh fueron condenados a muerte en Baréin: uno de ellos fue ejecutado en junio y la condena del segundo fue ratificada el pasado octubre.

Según la principal ONG de derechos humanos, en los últimos años sólo se ha ejecutado en Baréin a extranjeros. Las ejecuciones las llevan a cabo pelotones de fusilamiento.