Al menos 393 personas han fallecido a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las protestas en favor de la democracia en Siria, hace cinco semanas, según las estimaciones de Amnistía Internacional (AI), que ha asegurado también que al menos 23 ciudadanos fallecieron ayer lunes durante el ataque del Ejército contra la ciudad de Deraa, en el sur, y ha advertido de que la cifra "podría ser mucho mayor".

En un comunicado, la organización ha denunciado la "brutal reacción del Gobierno sirio ante las demandas de cambio de su pueblo" y ha asegurado que los carros de combate del Ejército bombardearon ayer lunes edificios civiles y zonas residenciales después de desplegarse en Deraa. Aparte, según AI, la ciudad carece de agua y electricidad.

Deraa, que se ha convertido en el principal foco de las protestas en Siria, ha sido la ciudad en la que se registraron las primeras muertes de manifestantes a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las movilizaciones, a mediados de marzo. Según las estimaciones de Amnistía, al menos 393 personas han muerto a manos de las fuerzas de seguridad desde que comenzaron las protestas.

Amnistía Internacional ha recibido los nombres de 23 personas que, según los informes, han muerto en el ataque militar a Deraa. "No obstante, el número total de fallecidos puede ser mucho mayor", advirtió.

"Muchos de los muertos perdieron la vida a causa de la artillería" y, según las fuentes de Amnistía Internacional, "se ha informado del despliegue de francotiradores del Gobierno que han atacado a los que intentaban asistir a los heridos tendidos en las calles". "Algunos cadáveres quedaron tendidos en las calles próximas a la mezquita Omari y en otros lugares, y se ha impedido que la gente los recogiera", agregó.

Aparte, según AI, el Ejército aparentemente ha utilizado también armamento pesado en el barrio de Al Muadamiya, en Damasco, y los medios de comunicación han informado de la muerte de manifestantes en Douma, también en la capital.

A CUALQUIER COSTE

"Con el uso de la artillería contra su propio pueblo, el Gobierno sirio ha mostrado este lunes que está dispuesto a reprimir las protestas pacíficas a cualquier precio, aun a costa de las vidas de los sirios", declaró el director para Oriente Próximo y Norte de África de Amnistía Internacional, Malcolm Smart.

"Este Gobierno parece asustado de su propio pueblo y de sus reclamaciones en favor de las reformas", denunció Malcolm Smart. "Las concesiones ofrecidas por el presidente Bashar al Assad han sido demasiado escasas y demasiado tardías", y con los últimos acontecimientos, el Gobierno está mostrando "su verdadera cara, su naturaleza represiva", manifestó. "La brutalidad va a servir únicamente para multiplicar la determinación de los disidentes a mantenerse firmes y reclamar sus derechos", concluyó.