Los principales sindicatos lusos se mostraron ayer preocupados por las consecuencias sociales que podría acarrear el rescate financiero a Portugal y defendieron extender los plazos de reducción del déficit exigidos.

La Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP), de tendencia comunista, y la Unión General de Trabajadores se reunieron ayer en Lisboa con la misión enviada por Bruselas y el Fondo Monetario Internacional (FMI) para negociar el auxilio financiero luso.

Al término del encuentro, el secretario general de la CGTP, Manuel Carvalho, aseguró que su central sindical, se opondrá a planes de austeridad.