La comisión ética designada por la canciller alemana Angela Merkel para estudiar cómo se puede llevar a cabo el "apagón" nuclear abogó hoy por un cambio del modelo energético nacional, pero descartó poner fechas encima de la mesa.

El presidente de este grupo de trabajo, el exministro de Medio Ambiente cristianodemócrata Klaus Töpfer, comunicó en rueda de prensa los primeros avances de la comisión tras los primeros tres días de contactos.

"Que entre nosotros hay distintas opiniones, eso era claro desde el principio. Pero todos estamos de acuerdo en que debemos acordar un nuevo modelo de suministro energético en Alemania", subrayó Töpfer.

El Ejecutivo se ya ha mostrado a favor de sustituir progresivamente la energía atómica con el fomento de las renovables, aunque aún no se ha trazado una hoja de ruta energética.

Sobre la fecha en la que sería factible el abandono absoluto de la energía nuclear en Alemania, el presidente de la comisión ética no quiso pronunciarse, aunque destacó que su grupo dirá "con seguridad" "algo al respecto".

No obstante, consideró relevante estudiar no sólo cuándo puede producirse este "apagón" nuclear, sino también cómo se puede llegar al punto en que Alemania pueda prescindir de ese tipo de energía, que actualmente supone el 22 por ciento del suministro nacional.

El Ejecutivo de Merkel aprobó a finales del año pasado un plan para prolongar la vida de las 17 centrales nucleares del país, pero la canciller dio marcha atrás poco después de producirse el accidente nuclear de Fukushima.

El Gobierno federal decretó entonces una moratoria de tres meses para revisar la seguridad de sus instalaciones atómicas y detuvo de forma preventiva -y se sospecha que casi definitiva- las siete más antiguas.

A continuación encargó sendos informes de viabilidad, seguridad y futuro a una comisión técnica de expertos y a una comisión "de sabios" de distintos ámbitos.

La futura política energética alemana dependerá de los "stress test" que va a realizar la comisión técnica y del informe del grupo de trabajo de carácter ético, que estudia las alternativas posibles para el rápido desarrollo de las renovables, entre otros aspectos.

Sus respectivos estudios serán presentados en la segunda quincena de mayo, tras lo cual el Gobierno deliberará con los estados federados y los consorcios energéticos, para a continuación llevar una propuesta al Legislativo.

El gobierno socialdemócrata-verde del antecesor de Merkel, Gerhard Schröder, pactó en 2000 con la industria un plan de abandono gradual de la energía atómica, de manera que el último reactor se cerraría como máximo en 2022.

La coalición de centroderecha de Merkel revocó con gran polémica política y social ese pacto, y prolongó la vida de las centrales nucleares entre 8 y 14 años.