El embajador de Japón en España, Fumiaki Takahashi, ha asegurado que los accidentes de Fukushima y Chernóbil son "diferentes", y ha garantizado que fuera del entorno de la central nuclear nipona la influencia de la radiactividad no es peligrosa para la salud en estos momentos.

En una entrevista con Efe, Takahashi ha reconocido que en la zona de evacuación de la planta de Fukushima "hay un nivel de radiactividad muy peligroso para la salud", tras el terremoto de 9 grados de magnitud en la escala de Richter ocurrido hace más de un mes.

El Gobierno de Tokio ha clasificado el desastre como de nivel siete en la escala internacional de sucesos nucleares, ha recordado el responsable de la legación diplomática japonesa en España.

Hasta ahora, ha explicado Takahashi, las emisiones radiactivas de Fukushima alcanzan un diez por ciento de las de Chernóbil, pero, dado que el accidente de Fukushima no ha terminado, las emisiones se pueden incrementar en los próximos días o meses.

El diplomático, que ha declinado comentar la posición de otros Gobiernos sobre la energía nuclear, ha indicado que el Ejecutivo nipón necesita investigar las causas del accidente, aunque ahora el objetivo número uno es estabilizar los reactores de Fukushima y restablecer los sistemas de refrigeración.

Una vez aclarados los datos y los hechos, el Gobierno va a analizar la situación y proponer medidas para evitar que este tipo de accidente vuelva a ocurrir en Japón, ha afirmado Takahashi.

En estos momentos, ha agregado, el debate entre los partidarios y los detractores de la energía nuclear está abierto y debe seguir, después de que todos los datos y los hechos se esclarezcan, pero ahora es prematuro formular una conclusión.

Al ser preguntado por las lecciones que se pueden extraer del desastre de Fukushima, ha recalcado que las condiciones geográficas son diferentes en cada país, pero todo el mundo necesita mantener la más alta seguridad posible.

El seísmo y el tsunami del pasado 11 de marzo dejaron 13.000 muertos, 14.000 desaparecidos y 150.000 refugiados, además de pueblos arrasados por el agua y una grave crisis en la central nuclear de Fukushima.

El embajador ha detallado que el momento "crítico" ha pasado, pero todavía no se ha vuelto a la normalidad, ya que las obras de retirada y limpieza de los escombros de las zonas afectadas han empezado en algunas ciudades, pero no de una manera general.

Las tres provincias más afectadas por la catástrofe son Miyagi, Fukushima e Iwate, que dependen de la agricultura, la pesca y la industria.

En el caso de la agricultura, el tsunami ha invadido muchas tierras de cultivo, que han quedado cubiertas por el agua del mar y por la sal, por lo que no serán aptas para la producción hasta que se limpie el suelo, una tarea que llevará al menos un año.

Precisamente, cuando es el momento de empezar la plantación del arroz, muchos agricultores no podrán ocuparse en esta actividad.

También se perderán empleos en la industria pesquera, las fábricas de transformación de pescados para producir productos alimentarios, los barcos y la zona portuaria, que fueron devastados por el tsunami.

La mayoría de las factorías de vehículos, de alta tecnología y electrónica no han resultado afectadas por el tsunami, pero muchas han limitado su producción, como consecuencia de la interrupción del suministro eléctrico en algunos momentos, debido a que muchas centrales nucleares han dejado de generar electricidad, por lo que la capacidad de producción eléctrica no es suficiente para satisfacer toda la demanda.

El Gobierno ha creado una comisión de expertos para elaborar un plan de reconstrucción en la costa nordeste de Japón, cuyos primeros programas se esperan para junio, y ha planteado la aprobación de una ley en el Parlamento sobre los trabajos de reconstrucción.

Takahashi ha estimado que en este caso la reconstrucción será más difícil y complicada que en el terremoto de Kobe, que en 1995 dejó 6.434 muertos.

En Kobe, que sufrió un seísmo de 7,3 grados de magnitud en la escala de Richter, la superficie dañada fue más pequeña y se circunscribió principalmente al centro de la ciudad, mientras que, ahora, la superficie es más extensa, abarca más de 500 kilómetros e incluye zonas portuarias, agrícolas, industriales y residenciales.

Ha agradecido la solidaridad de la comunidad internacional hacia Japón, que ha recibido ayuda de más de 130 países, equipos de socorro de 24 países y artículos de emergencia de 43 países.

El embajador ha destacado los mensajes de apoyo de España, así como las contribuciones en dinero que se han hecho llegar a su país a través de la Embajada o de la Cruz Roja española.