El presidente de Bielorrusia, Alexandr Lukashenko, confirmó ayer la detención de los autores del atentado del metro de Minsk por el omnipresente Comité de Seguridad del Estado (KGB) y amenazó con una nueva represión de la oposición.

"Hoy a las 5 de la mañana el crimen ha sido esclarecido. Los detenidos confesaron no sólo el acto terrorista en el metro, sino también los atentados cometidos en el Día de la Independencia (2008) y en la ciudad de Vítebsk (2005)", aseguró Lukashenko.

Apenas 24 horas después de la explosión, las fuerzas de seguridad ya habían detenido a los tres participantes en el atentado, que dejó el lunes 12 muertos y casi 200 heridos en la céntrica estación de metro Oktiábrskaya de Minsk.

El líder bielorruso añadió: "Lo importante es que sabemos quiénes son, pero de momento desconocemos con qué objetivo lo hicieron, pero esto se sabrá pronto. Los culpables deben recibir el más severo de los castigos".

A su vez, no descartó que los autores de la explosión tuvieran cómplices o hubieran actuado por encargo, por lo que ordenó interrogar a las principales figuras de la oposición democrática.

"Hay que investigar todas las declaraciones de los políticos que acusaron al primero que pasaba. Buscamos a los cómplices y a los organizadores. Puede ser que esas figuras de la quinta columna nos muestren sus cartas y nos digan quién lo encargó", comentó.