La decisión de Moody''s de recortar la nota que asigna a Portugal y el consiguiente aumento de la presión sobre su deuda han dejado al país al borde del rescate, pese al rechazo de su Gobierno y con los inversores convencidos de que el riesgo de insolvencia es mayor que en Irlanda.

Moody''s anunció ayer que rebaja en un peldaño la nota a Portugal, hasta "Baa1", con lo que se suma así a los recortes ya aplicados por las otras dos principales agencias de calificación de riesgo, Fitch y Standard & Poor''s, y que la situaron a un único escalón por encima de la consideración de "bono basura". La agencia precisó que sólo baja un nivel la calificación de Portugal por su convicción de que el país "probablemente aprovechará" la posibilidad de recurrir al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera.

Por su parte, un portavoz del Ejecutivo comunitario avisó que Bruselas no puede facilitar un préstamo a corto plazo a Portugal, fuera de lo previsto en el fondo de rescate de la zona euro para socorrer a países de la bancarrota.