El Gobierno de Japón informó hoy de que ha encontrado niveles excesivamente altos de radiación en once tipos de verduras procedentes de la provincia de Fukushima, donde se encuentra la central nuclear con problemas de fugas.

El Ministerio de Sanidad japonés pidió a la población que no consuma esos alimentos, que incluyen espinacas, brócoli y repollo, mientras que el Gobierno ordenó que se detenga la distribución de leche en Ibaraki, una provincia vecina a Fukushima, más al sur.

Las verduras que crecen en la provincia son distribuidas por la Federación Nacional de Agricultura y la comercialización de estos alimentos está paralizada desde este pasado lunes, 21 de marzo, informó la agencia local Kyodo.

Si una persona ingiere 100 gramos del alimento con la mayor concentración de material radiactivo detectada hasta el momento durante 10 días, recibiría una radiación equivalente a la mitad de la exposición natural al medio ambiente durante un año.

En caso de que esa persona continúe ingiriendo estos vegetales el volumen de radiación recibida excedería los niveles considerados normales y no sería aconsejable para la salud.

Las autoridades niponas han detectado niveles de cesio 164 veces superiores al límite y siete veces más de yodo en una verdura de hojas en la localidad de Motomiya.

El Gobierno de Japón prohibió el lunes la comercialización de espinacas y leche de la provincia de Fukushima, donde se ubica la inestable central de Fukushima Daiichi y aconsejó no consumir estos alimentos por recomendación de la Comisión de Seguridad Nuclear de Japón.

Asimismo, se hallaron niveles de materiales radiactivos por encima del límite permitido en la provincia de Ibaraki en leche y perejil, por lo que el Gobierno ha pedido también que las autoridades regionales paralicen su distribución.