Las autoridades de Yemen expulsaron anoche a dos corresponsales de la cadena de televisión catarí Al Yazira que habían llegado días antes al país para cubrir las protestas de la oposición, informó hoy el Ministerio de Información.

La expulsión de los periodistas se conoció un día después de que 45 personas murieran y 270 resultaran heridas por los disparos de desconocidos contra una manifestación de la oposición en las proximidades de la Universidad de Saná, según el recuento de víctimas revisado hoy por fuentes médicas.

Los periodistas Abdel Haq Sadah y Ahmed Zaidan salieron de Yemen a bordo de un avión egipcio después de la medianoche de ayer con destino a El Cairo, para continuar desde ahí su viaje a Catar, precisó un responsable de ese ministerio en un comunicado.

"El ministerio pidió a los corresponsales de Al Yazira que se marcharan de Yemen después de haber cometido infracciones profesionales durante su cobertura de las protestas que se registran en el país", indicó la fuente.

Asimismo, denunció que Sadah y Zaidan "provocaron los sentimientos de la ciudadanía yemení con sus informes de prensa que contenían instigación, insultos y mentiras que generan las divisiones y alientan al sabotaje".

En ese sentido, el responsable afirmó que ambos periodistas "trabajaron en Yemen de manera ilegal porque infringieron las normas del Ministerio de Información, ya que entraron en el país con visados turísticos y con el pretexto de visitar a parientes".

La semana pasada, las autoridades locales expulsaron a dos periodistas estadounidenses y otros dos británicos por las mismas razones. Los cuatro profesionales residían en Saná y trabajaban con el conocimiento del Ministerio de Información, según dijeron.

Por otra parte, el presidente de la agencia oficial de noticias yemení Saba, Nasr Taha Mustafa, renunció hoy al cargo y también a su militancia en el gobernante Partido del Congreso Popular General, en protesta por la "masacre brutal" que se perpetró ayer contra manifestantes antigubernamentales en Saná.

Mustafa presentó su renuncia en un mensaje dirigido al presidente yemení, Ali Abdalá Saleh, según precisaron fuentes cercanas a él.

"Me veo obligado hoy a presentar mi renuncia a vuestra excelencia porque ya no soy capaz de desempeñar cualquier labor después de la brutal masacre que se registró ayer en Saná, y que afectó a nuestros corazones, nos hizo llorar e impactó en nuestras conciencias", dice Mustafa en su misiva.

Asimismo, dijo que rechaza "toda justificación de matar a decenas de jóvenes que sólo practicaban la libertad que Dios y la Constitución les ha otorgado para expresarse y pedir el cambio".

La renuncia de Mustafa se suma a las presentadas últimamente por los ministros de Turismo, Nabil al Faqih, y de Asuntos Religiosos, Hanud al Hetar, así como de otros 17 diputados y responsables gubernamentales.

La oposición yemení lleva semanas protagonizando protestas en esta capital y en otras ciudades para pedir el final del régimen de Saleh, en el poder desde la unificación del país entre el norte y el sur, en 1990.