El embajador de la Liga Árabe en París, Nassif Hitti, expresó hoy su temor a que la situación en Libia termine pareciéndose a la de Somalia y se transforme en un conflicto prolongado y asimétrico, peligroso también para los Estados vecinos del país mediterráneo.

"Me preocupa la posibilidad de una ''somalización'' de Libia, con una guerra asimétrica y un conflicto prolongado", indicó Hitti en una conferencia en el Centro de Prensa Extranjero de París.

La Liga Árabe está analizando las modalidades de una eventual "zona de exclusión aérea", agregó el embajador, quien señaló que entre las diferentes estrategias militares que se barajan también se cuenta la de los ataques selectivos.

Siria y Argelia fueron los países menos entusiastas a la hora de firmar el acuerdo de esa organización el pasado día 12 para dirigirse al Consejo de Seguridad de la ONU a fin de que se apruebe una zona de exclusión aérea en Libia, añadió.

Preguntado sobre un eventual regreso del régimen del coronel Muamar el Gadafi al seno de la Liga Árabe, cuya participación en las reuniones fue suspendida el pasado día 22, Hitti dijo que ve "difícil dar marcha atrás".

"No habrá una vuelta a la normalidad con Gadafi como si nada hubiera pasado", destacó el diplomático, después de mostrarse cauteloso ante las especulaciones políticas.

Respecto a los cambios que se están produciendo en el mundo árabe, Hitti abogó por escuchar al "movimiento contestatario" y se declaró favorable a que los gobiernos, con sus diferentes especificidades, favorezcan "debates preventivos".

"Intentemos evitar el demasiado tarde y demasiado poco", agregó el embajador de la Liga Árabe en París, quien opinó que en los países árabes se están produciendo tanto una "desmonarquización de las repúblicas" que se heredaban como una "constitucionalización de las monarquías".

Como rasgos generales de los movimientos de "democratización" en los países árabes, identificó una serie de puntos en común que pasan por la demografía de unos países con más de la mitad de la población con menos de 24 años -gente que "ve las cosas de forma diferente"- y el "autismo" político de ciertos gobiernos, así como una falta de planificación y equilibrio en la economía.

"La política económica está politizada y la política personalizada", puntualizó.

Entre esos pilares también señaló una "llamada a la libertad" de la ciudadanía y la "necesidad de un nuevo contrato social" que integre a diferentes grupos y comunidades.

No obstante, precisó que en el caso de Libia la "sociología (...), geografía y economía" del país lo hacen diferente a movimientos como los iniciados en Egipto o Túnez.