El gobierno jordano nombró hoy un comité nacional para el diálogo, compuesto por 53 miembros, entre los que hay varios opositores, para estudiar una serie de reformas políticas, tras las protestas de los últimos dos meses en el reino hachemita.

El comité, dirigido por el presidente de la cámara alta del Parlamento Taher Masri, ha recibido la misión por parte del primer ministro Maruf Bajit de elaborar los borradores de una nueva ley electoral y de partidos, que lleven a la elección de gobiernos con mayorías en la cámara baja, informó un comunicado oficial.

En la comisión están presentes líderes del principal partido de la oposición, el Frente de Acción Islámica (FAI), tales como su exsecretario general Ishaq Farhan, el exdirigente de los Hermanos Musulmanes jordanos Abdul Mayid Zuneibat y el presidente del consejo Consultivo del FAI, Abdulatif Arabiyat.

También son miembros del comité los secretarios generales del izquierdista Partido de la Unidad Popular, Said Ziab, y el de los comunistas, Munir Hamarneh.

Asimismo, participan abogados, periodistas, catedráticos de ciencias políticas, líderes feministas y representantes de la minoría cristiana.

En una carta al presidente del comité, el rey Abdalá II dio la bienvenida a su formación y le deseó éxito en "liderar el proceso de diálogo político, de tal manera que aliente la estabilidad del país y sus logros".

El monarca hizo hincapié en la necesidad de hacer un borrador de "una ley electoral democrática que introduzca una cámara baja que represente a todos los jordanos y que desempeñe un papel pionero a la hora de establecer justicia, transparencia, el imperio de la ley y la lucha contra la corrupción y los favoritismos".

Abdalá II agregó que anhela una nueva ley de partidos que "permita que el pluralismo político prospere y dé la oportunidad a las fuerzas políticas activas de tomar parte en el proceso de toma de decisiones".

El rey subrayó que ambas normas deberían estar listas en un plazo máximo de tres meses.

Las revueltas populares en Jordania, inspiradas en las de Egipto y Túnez, causaron el pasado uno de febrero la dimisión del Gobierno del primer ministro Samir Rifai que fue reemplazado por Maruf Bajit, a quien el rey Abdalá II le encargó llevar a cabo "reformas políticas y económicas reales".