La Asamblea General de la ONU expulsó ayer a Libia del Consejo de Derechos Humanos (CDH) por la represión de las protestas populares por parte del régimen de Muamar el Gadafi.

La resolución que decreta la suspensión indefinida de Libia del órgano de derechos humanos con sede en Ginebra fue adoptada por consenso por los 192 países que conforman la organización multilateral.

Esta medida sin precedentes responde a la petición que le trasladó el pasado viernes el CDH, después de que sus 47 miembros acordaran en una sesión extraordinaria solicitar la suspensión de la participación de Libia en el organismo en respuesta a la violenta respuesta de Gadafi al levantamiento popular contra su régimen.

En una intervención previa a la adopción de la resolución, el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon, aseguró que las informaciones de combates y represión que llegan desde Libia son "muy preocupantes".

"El mundo ha hablado con una sola voz: Exigimos un fin inmediato de la violencia contra los civiles y el absoluto respeto de sus derechos fundamentales, incluidos los de la libertad de expresión y de reunión", agregó.

El embajador del Líbano ante la ONU, Nawaf Salam, en nombre de los patrocinadores árabes y africanos de la resolución, recordó que la Liga Arabe y la Unión Africana ya condenaron la semana pasada las acciones del régimen libio desde el inicio de la revuelta popular.

"Los países que proponemos esta resolución subrayamos que es un procedimiento excepcional y temporal" que se podrá revisar una vez se ponga fin a la violencia en el país magrebí", agregó.