Al menos 79 personas fueron detenidas durante las protesta que tuvieron lugar el martes en diversos puntos de Irán, denunciaron hoy varias páginas web afines a los grupos de oposición.

La movilización había sido convocada por el movimiento de oposición reformista para pedir la liberación de sus dos principales líderes, Mir Husein Musaví y Mehdi Karrubí, cuyo paradero no está claro.

La familia asegura que han sido sacados de sus domicilios, donde permanecían bloqueados e incomunicados desde la primera semana de febrero, y llevados a prisión mientras que el Poder Judicial iraní afirma que aún están aislados en sus respectivas casas, junto a sus mujeres.

La web Sahamnews, cercana a Karrubí, asegura hoy que desde que ambos fueron retenidos, más de 1.500 personas han sido arrestadas por las fuerzas de Seguridad.

La fuente precisa que 79 de ellas fueron apresadas durante la movilización del martes, que como en ocasiones precedentes fue reprimida violentamente.

El fiscal general de Teherán, Abas Yafari Dolatabadi, admitió que un número de personas que no determinó fueron arrestadas y afirmó que las protestas se redujeron a un pequeño grupo de manifestantes que no hicieron "nada especial".

"Las web enemigas habían instado a la gente a salir a las calles, pero gracias a la presencia policial no pasó nada en particular. La Policía, como es su obligación, los dispersos y como es natural algunos fueron detenidos", señaló.

Dolatabadi insistió, igualmente, en que los líderes opositores permanecen desde hace semanas en sus casas y en ningún momento han sido trasladados a prisión alguna.

"Los rumores sobre la supuestas trasferencia de Musaví y Karrubí a prisión son totalmente falsos. Están con sus esposas en su domicilio. Si no prenden las luces, ese es su problema", explicó.

"Las informaciones de ciertos medios enemigos sobre el traslado de Musaví y Karrubí a la prisión de Heshmatieh, (en el noreste de Teherán) son falsas", señaló.

Apenas 24 horas antes, el fiscal general del Estado, Gholam Husein Mohseni Ejei había confirmado que los dos habían sido aislados para evitar contactos con ciertos individuos.

El régimen iraní acusa de traición, sedición y conspiración con fuerzas extranjeras a Musaví y Karrubí, que han denunciado como fraudulenta la reelección en 2009 del presidente del país, Mahmud Ahmadineyad.

Desde entonces, Irán está sumido en la peor crisis política y social de la historia de la República Islámica, con la sociedad y la cúpula gobernante divididas.

La oposición acusa al régimen iraní de hipocresía ya que ha apoyado las algaradas en Egipto, Túnez y Libia pero reprime las de su propio país.