El viceprimer ministro británico, Nick Clegg, abogó hoy en Bruselas por una revisión en profundidad de la política europea hacia los países de la ribera sur del Mediterráneo y aseguró que los Veintisiete deben demostrar "generosidad" a la hora de apoyar los movimientos democráticos.

En una rueda de prensa en Bruselas junto con la Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, Clegg aseguró que la oleada de rebeliones en el mundo árabe es uno de los acontecimientos más importantes de la historia reciente y subrayó que Europa no puede mantenerse indiferente ante el mismo.

"La UE debe ser la pieza central de nuestra respuesta a estos extraordinarios acontecimientos", señaló, al tiempo que abogó por revisar "de forma muy significativa" los "instrumentos, las instituciones y políticas" que se usan en la zona.

Clegg aseguró que ese trabajo está ya en curso con el objetivo de que algunas ideas "cristalicen" de cara a la cumbre extraordinaria que los jefes de Estado y de Gobierno de la Unión celebrarán el próximo día 11 de marzo.

En la misma línea, Ashton subrayó la necesidad de dar "todo el apoyo" a los pueblos de Egipto, Túnez y Libia e insistió en su voluntad de que la UE "desempeñe su papel (...) para lograr la democracia en la región".

Respecto a la situación concreta de Libia, Clegg explicó que su país se está preparando para la posibilidad de imponer una zona de exclusión aérea sobre el país.

"En acontecimientos que evolucionan muy rápido como este hay que planear y tratar de anticiparse, estudiar cualquier posible medida. Y eso es lo que hemos hecho y lo que habrán hecho la mayoría de gobiernos, incluido el asunto de la zona de exclusión" aérea en Libia, dijo.

El viceprimer ministro británico dejó claro, eso sí, que su país nunca emprenderá un movimiento de este tipo en solitario y recordó que antes de una acción como esa hay que resolver asuntos legales y técnicos.

La jefa de la diplomacia europea, por su parte, se unió a quienes han pedido al líder libio Muamar el Gadafi que deje el poder y consideró fundamental que el dirigente "escuche al pueblo".