El Gobierno conservador de la república Checa ha iniciado los trámites para solicitar la ilegalización del Partido Comunista, la cuarta fuerza política del país, al amparo del debate parlamentario de una nueva ley de compensación moral a los afectados y opositores a la dictadura comunista (1948-1989).

"Un equipo de trabajo del Ministerio del Interior estudia la disolución del Partido Comunista de Bohemia y Moravia (KSCM). En concreto, ahora estamos realizando un análisis jurídico para concretar las posibilidades de disolución, y si eso tiene realmente sentido", declaró hoy a Efe Vladimir Repka, portavoz ministerial.

Esta iniciativa surge en el contexto del debate parlamentario de la ley sobre la "Tercera Resistencia", una suerte de ley de "memoria histórica" que ha agudizado los enfrentamientos entre los comunistas y las fuerzas políticas conservadores que controlan el Ejecutivo.

El Partido Socialdemócrata, la principal fuerza parlamentaria, ha manifestado ya su oposición a la ilegalización.

Según una reciente encuesta, el 50 por ciento de los checos apoya una ilegalización de la formación comunista.

Durante los debates, algunos miembros de la formación comunista no han dudado en mostrarse orgullosos de ser los herederos la formación de inspiración marxista que controló los destinos de la nación durante cuatro décadas.

"En el caso de que se encuentren suficientes razones para la disolución, el Gobierno entregará una solicitud al Tribunal Administrativo Superior, y esa corte es la que decidirá", explicó Repka.

El año pasado, Jaromin Stetina, senador liberal-conservador del TOP 09, consideró que había que abolir las juventudes comunistas por su negación de la matanza de oficiales polacos en Katyn, por parte de fuerzas soviéticas durante la Segunda Guerra Mundial.

Stetina, conocido como el "azote de los comunistas", es presidente de la comisión temporal de la Cámara alta para analizar la constitucionalidad del Partido Comunista, y sus averiguaciones también serán utilizadas por el Ministerio del Interior.

"El ministro (del Interior) ha pedido por carta al senador que amplíe las informaciones y documentos presentados el verano pasado", precisó el portavoz.

Sobre el calendario, "en este momento no es posible especificar cuándo podría tener lugar la abolición, y si realmente ocurrirá", apostilló no obstante el portavoz.

En los comicios legislativos del pasado mayo, el Partido Comunista obtuvo el 11,3 por ciento de los votos, lo que le otorgó 26 de los 200 escaños en el Legislativo checo.