El Ejecutivo marroquí sólo autorizará las manifestaciones "conformes a las exigencias legales", señaló hoy el portavoz gubernamental, Jalid Naciri, respecto a las futuras protestas que planean los movimientos por una "constitución democrática" en el país.

El también ministro de Comunicación señaló en una rueda de prensa que "los poderes públicos esperan de los ciudadanos que quienes se quieran expresar en la vía pública lo hagan conforme a las obligaciones legales".

El pasado domingo, decenas de miles de marroquíes salieron a las calles de las principales ciudades del país para responder a la convocatoria del llamado Movimiento 20 de Febrero -formado por jóvenes en la red social Facebook- por "una constitución democrática y la disolución del Gobierno y el Parlamento".

Los organizadores de aquella protesta prevén convocar nuevas manifestaciones para los próximos sábado y domingo, pese a que las protestas del 20 de febrero acabaron en varias ciudades en disturbios que acabaron con la muerte de cinco personas y más de 120 heridos.

Según Naciri, "entre las misiones de un gobierno democrático están en primer lugar la preservación del orden público y la protección de los ciudadanos. Hemos constatado que un cierto número de delincuentes se permitió cometer actos vandálicos en diferentes lugares".

Por ello, reiteró que el Gobierno no va a "permitir que se realicen actos de vandalismo", aunque matizó que sus palabras no quieren decir que sean los organizadores de las manifestaciones quienes perjudiquen al orden público, "sino otras personas que podrían estar incontroladas".

"Autorizaremos las manifestaciones que se ajusten a las exigencias legales, como sucede en toda democracia que se respete", remachó.

Por otro lado, Naciri informó de que el Gobierno marroquí aprobó hoy un decreto ley que" de manera provisional y transitoria hasta 31 de diciembre" autoriza a la administración pública a contratar a titulados de grado superior sin necesidad de un concurso u oposición.

Los autodenominados como "diplomados en paro" son uno de los grupos que tradicionalmente han protestado de forma más visible en las calles marroquíes, exigiendo puestos de trabajo en la función pública, dado el alto índice de desempleo en esta categoría social.