El presidente de EEUU, Barack Obama, hablará hoy con el primer ministro británico, David Cameron, y con el presidente francés, Nicolas Sarkozy, para tratar sobre posibles medidas contra Libia, reveló hoy la Casa Blanca.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, indicó que en las respectivas conversaciones Obama abordará "las diferentes opciones que podemos tomar junto a nuestros socios internacionales".

El portavoz expresó la esperanza de que "podamos contar con medidas pronto".

"Estamos interesados en actuar rápidamente" acerca de Libia, pues "lo demanda" la situación "cambiante y peligrosa" en el país norteafricano.

Actualmente, subrayó, "ninguna opción se queda fuera de la mesa", en referencia a la posibilidad de emprender acciones militares.

No obstante, matizó que "nos centramos ahora mismo en cómo podemos presionar sobre la situación a corto plazo, usar medidas con un amplio apoyo internacional para obligar a Libia a cesar sus actos contra su propio pueblo".

Por su parte, en la rueda de prensa diaria del Departamento de Estado, el portavoz de este organismo, Philip Crowley, indicó que Libia "debe ser expulsada" de la Comisión de Derechos Humanos de la ONU, que celebrará una reunión extraordinaria el próximo lunes para tratar sobre la crisis en el país árabe.

La secretaria de Estado, Hillary Clinton, tiene previsto desplazarse a Ginebra para participar en esa reunión, mientras que William Burns, subsecretario del Departamento de Estado para Asuntos Políticos, efectuará una gira por capitales europeas para abordar las diversas opciones para presionar a Libia.

En su primera declaración sobre Libia, Obama dijo el miércoles que el "baño de sangre" y el "sufrimiento" en ese país son "un escándalo" y son "inaceptables", antes de apuntar que su Gobierno prepara "toda una gama de opciones" contra el régimen de Muamar el Gadafi.

Los ataques del Gobierno libio contra su propia población, aseguró, "violan no sólo las leyes, sino el sentido de la decencia más común".

El Gobierno libio, aseguró Obama, tendrá que rendir cuentas por su "fracaso" a la hora de cumplir los estándares internacionales.

La zona oriental de Libia permaneció hoy en calma y bajo el control de los llamados "consejos populares", mientras Gadafi instaba de nuevo a la población a "combatir" a los "manifestantes".

El líder libio, tras dejar claro que no tiene intención de abandonar el poder, ha hecho un llamamiento hoy a la población para combatir a los rebeldes que, después de haber reforzado el control sobre una parte del país, se encuentran ya a las puertas de Trípoli.

En un mensaje telefónico retransmitido simultáneamente por las tres cadenas de televisión libias, Gadafi volvió a acusar a los contestatarios de ser "jóvenes locos y drogados, manipulados por los servicios extranjeros y que sirven a Al Qaeda y Bin Laden".

Entretanto, los sangrientos ataques contra los manifestantes prosiguen, mientras la rebelión se ha propagado al oeste y al sur del país donde nuevas ciudades han caído en manos de los que se oponen al régimen de Trípoli.

El Gobierno estadounidense intenta evacuar a sus ciudadanos de Libia en un ferry especialmente fletado y con capacidad para 575 pasajeros, después de que le fuera denegado el permiso para enviar aviones.

El ferry no ha podido partir hoy debido al mal tiempo en la costa libia.