El régimen libio comienza a tambalearse, pese a la amenazante intransigencia de su líder, Muamar el Gadafi, después de perder el control de la zona oriental del país, mientras se disparan las cifras de muertos por la represión a las revueltas y se extiende el temor a un éxodo masivo.

La Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) elevó ayer el número de muertos hasta los 640, más del doble de los reconocidos oficialmente, aunque de forma paralela el miembro libio de la Corte Penal Internacional (CPI) Sayed al Shanuka llegó a hablar desde París de más de 10.000.

En medio de esta tragedia y de los esfuerzos de los países occidentales para repatriar a sus ciudadanos y sancionar a Gadafi, el dimitido ministro de Justicia libio, Mustafa Abdel Yalil, aseguró que la zona oriental del país "ha sido liberada totalmente del control" de Gadafi.

Paralelamente, oficiales del Ejército de Al Yabal al Ajdar (capital Al Baida, noroeste) anunciaron que se han unido a la revolución. "Nosotros los oficiales y los soldados de las fuerzas armadas en la dirección de la zona de Al Yabal al Ajdar anunciamos nuestra unión total a la revolución popular", dijo ayer un portavoz militar en un vídeo difundido por las televisiones Al Yazira y Al Arabiya.

Activistas y testigos confirmaron a la cadena qatarí que "el tercio nororiental de Libia "ha sido liberado" y está en poder de "los revolucionarios" y que se han formado comités populares para proteger y gobernar las ciudades.

Según el ex ministro Yalil, los jóvenes revolucionarios en Al Baida detuvieron al menos a 400 mercenarios de Chad y Níger, a la par que comités locales protegen las propiedades públicas y privadas en la zona oriental del país.

Al Yazira mostró además imágenes de habitantes de la ciudad de Bengasi que celebraban con canciones y fuegos artificiales lo que llamaban la liberación de esta ciudad de los seguidores del régimen de Gadafi y de los mercenarios.

Un emirato islámico

Según la cadena Al Yazira, los revolucionarios ya dirigen las emisoras de radio de Bengasi, Al Baida, Darna y Aydabia, todas en el este del país, por las que emiten comunicados a favor de esta revolución.

El responsable de relaciones generales del Ministerio de Interior libio, Naji Abu Hrus, advirtió, por su parte, de que en Derna y Al Baida se había proclamado la creación de "un emirato islámico", en clara referencia a que el régimen había perdido su control.

Previamente, en Roma, el ministro de Asuntos Exteriores de Italia, Franco Frattini, había confirmado que la región de Cirenaica, en el noreste, ya no estaba en poder del Gobierno de Muamar el Gadafi.

La violencia y el caos de los últimos días ha generado el temor a un éxodo masivo desde Libia a los países de la UE, donde según la agencia de fronteras exteriores de la Unión Europea (Frontex) pueden llegar entre 500.000 y 1,5 millones de personas a causa de las revueltas en el norte de África

En la capital italiana se reunieron ayer, precisamente, los ministros de Interior de los países mediterráneos de la UE, que han pedido la creación de un fondo especial de solidaridad para afrontar las crisis migratorias.

Según el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), hay un flujo regular de personas procedentes de Libia hacia la frontera con Túnez, donde se calcula que en los últimos días han llegado unos 6.000 tunecinos que vivían en el país norteafricano.