El ministro de Economía alemán, Rainer Brüderle, descartó hoy que la inestabilidad sociopolítica que sufre Libia pueda afectar negativamente a la primera economía europea, a pesar de su papel de gran exportador mundial de petróleo.

El político liberal subrayó que sólo el 7 por ciento del crudo que importa Alemania procede de Libia e indicó que Berlín dispone de una reserva petrolera de 90 días, lo que disipa la posibilidad de que el país sufra un "shock energético".

"Nuestro suministro está garantizado", aseguró Brüderle.

El ministro reconoció que a corto plazo pueden producirse repuntes en el precio del crudo debido a la inestabilidad en el mundo árabe, pero consideró que las revueltas no van a tener consecuencias negativas para el crecimiento alemán.

Brüderle señaló que la situación general en la región suscita preocupación, pero agregó que los movimientos de liberación deben ser calificados de positivos.

Por otra parte, el Gobierno alemán confirmó que ha fletado tres aviones para repatriar a sus ciudadanos en Libia y a sus familias, debido a la violencia desatada en los últimos días.

Las tres aeronaves -una con capacidad para 300 personas y las otras dos, para entre 60 y 70 pasajeros- aterrizaron a mediodía en Trípoli y se espera que regresen a Fráncfort a última hora de hoy.

Además, el Gobierno alemán amenazó al régimen libio con "sanciones" si no cesa de manera inmediata la violencia estatal contra la población civil desarmada que lleva días manifestándose a favor de una reforma democrática en el país.

"Exigimos al Gobierno libio que detenga inmediatamente la violencia contra los ciudadanos de su propio país. Si Libia sigue ejerciendo la violencia contra su propio pueblo, las sanciones serán inevitables", advirtió el ministro de Asuntos Exteriores, Guido Westerwelle, en una declaración pública.

El jefe de la diplomacia germana consideró inaceptable que los manifestantes sean "brutalmente" reprimidos y que la gente muera por defender en la calle sus "legítimas reivindicaciones".

Westerwelle apuntó asimismo que el embajador libio en Berlín fue llamado ayer al Ministerio de Exteriores para dejarle patente al Ejecutivo del régimen de Muamar el Gadafi el malestar y la firme postura alemana.

El ministro alemán subrayó que la única forma de volver a la estabilidad en Libia pasa por avanzar por "el camino de la democracia": "Lo que es válido para Túnez y Egipto, también es válido para Libia".

Además, el Ministerio de Asuntos Exteriores germano ha desaconsejado a sus ciudadanos viajar a Libia y ha animado a los casi 500 alemanes que residen en ese país norafricano en crisis a que abandonen su territorio.