El ministerio tunecino de Asuntos Religiosos calificó hoy el asesinato de un obispo polaco de "acto criminal" e hizo un llamamiento para evitar que se repitan este tipo de sucesos, según un comunicado difundido por la agencia oficial TAP.

Marek Marius Rybinski, de 34 años, fue encontrado degollado ayer viernes en el garaje de una escuela religiosa en Manuba, cerca de la capital tunecina, y el Ministerio del Interior atribuyó el crimen a "un grupo de terroristas fascista con orientaciones extremistas".

En la nota emitida hoy el ministerio de Asuntos Religiosos "condena este acto criminal, y ruega que los hombres de religión y los integrantes de la sociedad civil condenen estos hechos y reaccionen con determinación para evitar que tales actos se repitan".

Túnez siempre ha sido "un lugar de coexistencia" entre razas y nacionalidades, y de diálogo entre civilizaciones, religiones y culturas, señala el texto.

"Conforme a estos ideales y al espíritu de la gran revolución del pueblo tunecino, el Ministerio de Asuntos Religiosos reafirma su adhesión al principio de la coexistencia entre las razas, las nacionalidades y la libertad de culto, tanto a nivel de creencias como de prácticas", concluye la nota oficial.