El presidente de EEUU, Barack Obama, aseguró hoy que Egipto está "logrando progresos" para encontrar un camino que permita resolver la crisis que enfrenta al Gobierno del presidente Hosni Mubarak con los manifestantes que reclaman su marcha.

Tras pronunciar un discurso ante la Cámara de Comercio de EEUU, Obama indicó que "evidentemente, Egipto tiene que negociar un camino y está logrando progresos" para ello.

El presidente estadounidense respondía así a la pregunta de un periodista acerca de las conversaciones que se desarrollan en el país árabe entre el vicepresidente, Omar Suleimán, y varios grupos de la oposición, entre ellos los Hermanos Musulmanes.

En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, dijo hoy que desde el comienzo de las manifestaciones contra Mubarak, hace dos semanas, se han producido "cambios monumentales".

Así, citó el nombramiento del vicepresidente Omar Suleimán y el anuncio de Mubarak de que no se presentará a la reelección y que su hijo Gamal, considerado hasta ahora su heredero político, tampoco concurrirá a los comicios.

"Hemos visto comenzar un proceso, un proceso que sabemos que debe incluir una serie de pasos y una serie de cosas que se deben negociar con una amplia selección de los partidos de la oposición para que podamos avanzar hacia unas elecciones libres y justas", explicó el portavoz.

Gibbs subrayó que quién será el próximo líder egipcio "es algo que deberán decidir los ciudadanos" de ese país y agregó que no ha habido contactos entre su Gobierno y los Hermanos Musulmanes, grupo islamista con cuyos líderes Washington "mantiene numerosos desacuerdos".

El domingo, en una entrevista concedida al canal de televisión Fox News, Obama había dicho que Egipto "no volverá a ser lo que era" y solicitó nuevamente una transición ordenada que conduzca a elecciones libres y justas.

"El pueblo egipcio quiere libertad, elecciones justas y libres, quieren un Gobierno representativo (...). Hemos dicho que tienen que comenzar la transición ahora", indicó Obama.

Aseguró que el mandatario egipcio, Hosni Mubarak, ha sido un aliado de EEUU durante mucho tiempo, pero insistió en que reprimir a su propio pueblo "no es sostenible".

Evitó pronosticar si Mubarak dimitirá: "Sólo él sabe lo que va a hacer. Lo que nosotros sabemos es que Egipto no volverá a ser lo que era".

En El Cairo, los manifestantes en la plaza Tahrir permanecen inamovibles tras catorce días de protestas y dicen que no se irán hasta que el presidente Hosni Mubarak deje el poder, pese al diálogo iniciado entre el Gobierno y la oposición.