La canciller alemana, Angela Merkel, considera un error celebrar con precipitación elecciones en Egipto tras una eventual marcha de su actual presidente, Hosni Mubarak, ante las incesantes protestas populares contra su régimen.

"Considero un error celebrar elecciones precipitadas al comienzo de un proceso democratizador", dijo Merkel en su intervención en la 47 Conferencia de Seguridad de Múnich, en la que subrayó, pese a todo, que es el pueblo egipcio el que debe decidir sobre su futuro.

La canciller calificó de primer paso importante el hecho de que Mubarak haya anunciado que no se presentará a la reelección y defendió una transición ordenada para evitar un vacío de poder en el país norteafricano.

"Lo que está claro es que debe cambiar algo cualitativamente", señaló la canciller alemana, quien comparó las protestas en las naciones árabes con el movimiento popular en los países del Este europeo que condujo a la caída del muro de Berlín y el fin del comunismo.

La jefa del Gobierno germano garantizó además el apoyo de la Unión Europea (UE) a los cambios que se avecinan en los países del norte de África y al actual movimiento de protesta en Egipto.

"En Egipto habrá cambios", afirmó la canciller alemana durante su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich.

Merkel señaló que esos cambios deben tomar forma y subrayó que la UE está dispuesta a apoyar el proceso de transición.

Asimismo, declaró que es "absolutamente necesario" defender los derechos de libertad del pueblo egipcio y se mostró satisfecha por el hecho de que las protestas en aquel país se desarrollen de nuevo de manera pacífica.

La política cristianodemócrata subrayó que la política exterior debe guiarse siempre por los Derechos Humanos, aunque reconoció que el modelo de democracia occidental no es exportable a todas las regiones del mundo.

Pese a todo, comentó que existe "una línea roja" que no se debe traspasar y que está marcada por los Derechos Humanos universales que determina la Carta de las Naciones Unidas.

En su intervención en Múnich, la canciller alemana destacó igualmente que la Alianza Atlántica y Occidente no pueden ya solos ayudar a resolver los numerosos conflictos en el mundo.

"Necesitamos socios en el mundo. Y para conseguirlos debemos esforzarnos cada vez más", dijo Merkel.

Tampoco el terrorismo internacional puede ser combatido eficazmente si no colaboramos con socios fuera de la Alianza, afirmó la canciller, a la vez que subrayó la creciente importancia de los países emergentes, también en cuestiones de seguridad.

Por otra parte, la jefa del Gobierno germano indicó que cada país de la Alianza Atlántica debe responsabilizarse de protegerse y defenderse ante posibles "ciberataques".

En ese sentido, dijo que, como todas las acciones militares del siglo XXI, la lucha contra los ataques a través de internet debe estar incluida en el concepto de la seguridad.

Tras afirmar que "ya no nos enfrentamos a la amenaza militar clásica", Merkel comentó que el concepto de la disuasión, que tiene su origen en la ya desaparecida Guerra Fría, ha sobrevivido ampliamente.