El portavoz del Ejecutivo tunecino, Tayeb Bacuch, dijo ayer que la "nueva composición" del contestado Gobierno de transición del país se anunciará hoy, informó la agencia oficial TAP.

Bacuch, que es también ministro de Educación, se limitó a comunicar este anuncio, esperado desde hace días en el país, sin mayores precisiones, según la agencia oficial.

Por su parte, la televisión estatal indicó que ayer "continuaban las conversaciones y los contactos con varias personalidades" para formar el nuevo Gobierno y señaló que hoy se anunciarán también cambios entre los embajadores del país en el exterior, así como a nivel de los gobernadores regionales.

Tanto los gobernadores como los alcaldes y otros cargos de la administración central, regional y local siguen siendo los nombrados por el régimen del presidente depuesto, Zine el Abidine Ben Alí.

Fuentes de la Unión General de Trabajadores Tunecinos (UGTT), el poderoso sindicato que desempeñó un papel clave en la organización de la revuelta social en el país, indicaron ayer que ni el Gobierno ni el presidente interino, Fuad Mebaza, han mantenido ningún contacto con sus dirigentes en los últimos días.

Tampoco el líder del Foro Democrático por el Trabajo y la Libertad (FDTL), Mustafá Ben Yafar, que presentó su dimisión como ministro de Sanidad en desacuerdo con la composición del Gabinete ha tomado parte en las consultas.

"No he sido contactado ni una sola vez por teléfono desde que presenté mi dimisión la semana pasada", dijo Ben Yafar.

Hadiya Sharif, histórica dirigente del movimiento asociativo de la sociedad civil tunecina manifestó igualmente que no ha participado en las consultas.

Miles de manifestantes exigen desde hace días en Túnez la salida de los ministros y otros cargos del anterior régimen de los cargos de poder, entre ellos el Gobierno de transición, donde los dirigentes de Ben Alí ocupan todos los puestos clave.

Las protestas y las huelgas en diferentes sectores continuaron ayer en Túnez. Miles de personas pidieron ayer de nuevo en la capital y en todo el país la salida de los ministros del presidente depuesto del Ejecutivo, que debe conducir a Túnez hasta la convocatoria de unas elecciones limpias y pluralistas.

Pero entretanto, la sensación de ausencia de poder se acrecienta y el Gobierno ni siquiera realiza ya los anuncios reformistas o de persecución del entorno de Ben Alí que efectuaba en días pasados con la intención de tranquilizar a la población sobre sus intenciones democratizadoras.

Ayer, el ministro de Asuntos Exteriores, Kamel Morjani -que ya ocupaba el cargo con el presidente derrocado- quien afirmó que "la revolución tunecina es sobretodo popular y sin liderazgo político" y que el Gobierno actual es "la mejor vía para asegurar la transición y llevar al país a unas elecciones libres".